Batalla contra los poros dilatados

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El natural envejecimiento cutáneo y la producción de sebo de pieles grasas y mixtas son las principales causas de un cutis con poros dilatados. La mala noticia: el daño es irreversible. La buena: hay tratamientos y productos que pueden mantener a raya el deterioro.




Paula 1203. Sábado 2 de julio de 2016.

El primer causante de un cutis con poros dilatados es el envejecimiento cutáneo. A partir de los 30 años va disminuyendo la producción de ácido hialurónico y, al percibir menos agua, el folículo pilosebáceo disminuye su firmeza y capacidad óptima de compresión para expulsar a la superficie el sebo producido por las glándulas. El sebo se acumula y el folículo se congestiona, aumentando el tamaño del orificio de salida. A diferencia de un poro sano, que en su interior contiene un filamento blanco o transparente, el dañado tiene un filamento negro o café que da un aspecto brillante, rugoso e irregular a la piel.

Las pieles grasas (con exceso de sebo en la "zona T" y en la periferia de la cara) y mixtas (con exceso de sebo en la "zona T" y sequedad en la periferia) son las más afectadas, ya que la alta y mediana producción de sebo agudizan la congestión. Mientras que en las pieles secas el poro tenderá a mantenerse apretado por un

tiempo más prolongado.

Los enemigos externos

El sol: los rayos UV rompen las fibras de elastina provocando la degeneración del tejido elástico de la piel. Esto acelera el envejecimiento y disminuye la firmeza de la matriz extracelular y de los folículos pilosebáceos contenidos en ella, deteriorando su capacidad compresora para externalizar el sebo. Se recomienda usar factor solar 30 durante todo el año.

El tabaco: los componentes tóxicos derivados de la nicotina inflaman las glándulas sebáceas, estimulando la sobreproducción de sebo.

El exceso de exfoliación: frotarse con fuerza la cara con la intención de remover la congestión de los poros es uno de los errores más frecuentes. Impide que los ácidos de las soluciones exfoliantes realicen correctamente la acción desengrasante y, al contrario de lo que se piensa, estimula una sobreproducción de sebo, además de deshidratar la piel.

2 tratamientos en centros especializados

Peeling con ácidos: para pieles grasas y mixtas, en Clínica de Medicina Estética Le Ciel realizan un peeling con ácido retinoico, que estimula la formación de colágeno, tensa la piel y disminuye el tamaño de los poros, y ácido azelaico, que impide la reproducción de bacterias y controla la secreción de sebo. El procedimiento, de casi una hora, parte con una limpieza de la superficie facial. Luego se aplica una loción desengrasante y, para aumentar la permeabilidad de la piel, una solución que se deja actuar entre 3 a 5 minutos. Ya lista la piel, se aplican los ácidos del peeling, que se dejan durante 20 minutos. Para descongestionar, se usa una máscara antiinflamatoria a base de azuleno (derivado de la manzanilla) y extractos de frutas ácidas. Para finalizar, una crema hidratante y sellante para proteger de la hipersensibilidad que causa el procedimiento. Los resultados se ven a partir de la primera sesión, aunque se recomiendan mínimo dos; una cada 20 o 30 días. $ 65.000 c/u. Av Las Condes 10.373, of 65, fono 22954 2724, www.leciel.cl

Retinoides orales y láser: para pieles seborreicas, que tienden a poros aún más dilatados, en Vitaclinic tienen un tratamiento con retinoides orales. El dermatólogo receta máximo por tres meses (una o dos veces al año) una dosis de entre 10 a 20 miligramos de este medicamento con receta retenida, que inhibe la sobreproducción de sebo, manteniendo a raya el tamaño del poro. "Es un tratamiento médico que, complementado con un procedimiento estético, logra modificar la actividad sebácea a corto plazo. A las dos semanas el paciente podrá ver una disminución del sebo y un mejor aspecto en sus poros", asegura el dermatólogo y director de Vitaclinic, Víctor Hugo Correa. En la tercera semana de tratamiento se suma una sesión de láser de onda fina. Antes de aplicarlo, para limpiar la piel se utiliza una solución a base de alcohol y éter de alta potencia para desengrasar. Para aumentar la permeabilidad, en tanto, se aplica una loción de carbón vegetal que al entrar en contacto con el rayo del láser de luz infrarroja absorbe el calor, alcanzando hasta 45 °C y generando una quemadura controlada del poro que lo cierra temporalmente. Para finalizar, se limpia con una loción hipoalergénica y se aplica factor solar 30. Para ver cambios en la piel se recomiendan al menos tres sesiones (una cada 30 días). Contraindicado para embarazadas y mujeres en periodo de lactancia. Desde $180.000 c/u. Torre Poniente del Hotel Marriott, Av Kennedy 5735, of 404, fono 22828 4400. www.vitaclinic.cl

Recomendados de uso diario

La línea Normaderm, de Vichy, cuenta con un gel de limpieza ($14.990), una solución astringente ($12.190) y una crema correctora ($15.990) a base de ácido salicílico, que descongestiona los poros obstruidos, y componentes con acción matificante y antisebo, que mejoran el aspecto y textura de la piel. En farmacias.

La línea Sébium, de Bioderma, tiene un complejo seborregulador que previene la obstrucción de los poros. Para pieles grasas o mixtas se recomienda la solución micelar ($11.990) y el gel limpiador ($11.990). Para pieles secas o debilitadas por tratamientos orales o tópicos, la crema hidratante

($14.500). En farmacias.

Maquillar los poros

Para minimizar el aspecto de los poros, los maquilladores Carolina Pizarro e Iván Barría usan Touché Éclat Blur Primer, de Yves Saint Laurent, a base de silicona, con polímeros de luz y pigmentos dorados, que rellena el orificio de los poros e ilumina. $ 39.900 en grandes tiendas. La maquilladora Elisa Broussain usa Advanced Génifique, de Lancôme, sérum que limpia los poros e hidrata, equilibra el aspecto oleoso, y uniforma la textura y el color. $ 69.990 en grandes tiendas.

*Para la elaboración de este artículo fueron entrevistadas las dermatólogas Cecilia Orlandi (www.clinicaorlandi.cl) y Katherine Barría, de Clínica Alemana La Dehesa. También fue consultada la dermatóloga Ylé López, de Clínica de Medicina Estética Le Ciel.

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