Christina en cuatro acordes

Con más de treinta años de carrera musical, quince discos en el cuerpo y a punto de cumplir 47 años, la cantautora española Christina Rosenvinge visita Chile entre el 5 y 14 de mayo estrenando nueva placa: La joven Dolores, canciones inspiradas en figuras de la mitología clásica y representadas con ese sutil pop-rock que la caracteriza. Aquí explica su recorrido en cuatro tiempos.




Es uno de los íconos indiscutidos de la música indie en español. Dueña de una original belleza –heredada de su ascendencia danesa–, madre de dos hijos y divorciada del escritor y director de cine español, Ray Loriga –con quien estuvo casada por 15 años–, Christina visita Chile para presentar La joven Dolores, su último disco, que recientemente fue catalogado por la revista Rolling Stone como una "obra maestra". Asegura que hoy pasa por una etapa de plena madurez musical y que está más inspirada que nunca. De hecho, siempre anda con un cuaderno para anotar las ideas que le llegan en cualquier momento. "El momento más dulce es cuando desconecto el teléfono y no tengo nada más que hacer que escribir canciones", dice.

Primer acorde: la experimentación

Tenía 15 años cuando escribí mi primera canción, que era punk y agresiva. Fue una etapa de probar y experimentar. Formé algunas bandas, como Álex & Christina, con la que grabé dos discos y me di a conocer en España. Era una etapa de producción genuina y apropiada, aunque estaba llena de miedos e inseguridades.

Segundo acorde: la consolidación

A principios de los noventa formé Christina y los Subterráneos y el primer disco, Que me parta un rayo, marcó el inicio de una etapa muy divertida. Tuve que adaptarme a esto de la fama, a dar entrevistas, a las giras. Venía de escribir canciones sencillas y fue un gran impacto darme cuenta de que miles de personas de muchos países comenzaban a corearlas. Fue como un sueño. Luego, vinieron nuevos discos y una etapa de mucha producción musical y trabajo. De todas las canciones de estos años destaco Señorita, que es muy especial para mí. La escribió Ray Loriga –que era mi pareja en ese entonces– y está escrita desde un punto de vista masculino y, sin embargo, la canto yo, que soy mujer. Eso me hace mucha gracia porque me encanta jugar con el doble sentido y ver cómo la gente recepciona e interpreta las cosas.

Tercer acorde: volver a los orígenes

Durante los conciertos estaba más preocupada de que saliera todo bien, que de pasarlo bien. Cuando me di cuenta de eso, empecé a sentirme desconectada. Surgió la necesidad de aislarme de la presión exterior y hacer una música más personal para encontrar mi propio camino, porque, a fin de cuentas, lo que la gente más aprecia es la honestidad. En esa búsqueda, a mediados de los noventa, conocí a Lee Ranaldo y Steve Shelley, el vocalista y baterista de Sonic Youth respectivamente. Con ellos me atreví a hacer música experimental, algo totalmente distinto a lo que había hecho en un principio. Me fui a Estados Unidos, grabé discos en inglés y fui parte del medio musical alternativo de Nueva York, donde la música se hace por devoción más que para vender discos, tal como yo lo hacía en la primera etapa de mi vida.

Cuarto acorde: el receso y la madurez

En 2003 volví a España. Ya tenía a mi primer hijo con Ray y vivir en Estados Unidos con un niño es complicado. Primero, yo estaba de inmigrante ilegal, lo que ya es difícil y, segundo, no tenía suficientes apoyos para que alguien cuidase de él cuando me iba de gira. Al poco tiempo de volver tuve a mi segundo hijo y me sumergí en un receso para dedicarme a ellos. Después me separé. Otro receso. Allí comenzó esta etapa que es más sencilla y pura. Volví a escribir en castellano porque aunque me gusta escribir en inglés –es un idioma muy musical– no lo domino tanto como el español. Así, lancé en 2008 Tu labio superior y ahora La joven Dolores, un disco que hice inspirada en las figuras femeninas de la mitología y lo que ellas significan simbólicamente. Es una especie de cuestionamiento frente a la condición femenina. Siento que, en distintos momentos, he sido todas esas figuras.

Conciertos:

Santiago, 5 de mayo, Centro Cultural Teatro la Cúpula del Parque O'Higgins.

Concepción, 9 de mayo, Teatro Universidad de Concepción.

Viña del Mar, 12 de mayo, Discoteque OVO, Casino Enjoy.

Antofagasta, 13 de mayo, Casino Enjoy.

Coquimbo, 14 de mayo, Casino Coquimbo

Venta de entradas por sistema Puntoticket, Cinemark, Ripley y tienda Sold Out, en Santiago. (desde $ 16.500 a $ 19.000). Regiones: Ticketmaster.

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