El doctor detox de las estrellas de Hollywood

Cada cierto tiempo surge un especialista que pareciera haber descubierto la fórmula mágica. Desde hace dos años el nombre que suena insistentemente es el de Alejandro Junger, cardiólogo y artífice de un sistema de desintoxicación que tiene fascinadas a Gwyneth Paltrow y Demi Moore. ¿Por qué es necesario limpiar el cuerpo? ¿En qué consiste su método? ¿Qué alimentos deben erradicarse? Aquí, todas las respuestas.




En su blog www.goop.com, la actriz Gwyneth Paltrow ha posteado varias veces acerca del programa Clean. Junto con aclarar que sí, que ella también a veces sube de peso y quiere bajar unos kilos, Paltrow afirma que es la mejor dieta détox que ha hecho: mejor que cualquiera de las tradicionales a base de aguas y jugos, y es por eso que la realiza por lo menos una vez al año.

No es la única. Demi Moore y otras celebridades son pacientes del doctor uruguayo Alejandro Junger, radicado en Los Ángeles, quien en 2010 publicó el libro Clean: el programa revolucionario para restaurar la capacidad natural autocurativa del cuerpo para sanarse a sí mismo. El título es elocuente: Junger plantea un manual para que cada persona aprenda a mejorar su proceso de detoxificación. En el sitio www.cleanprogram.com se describe detalladamente el sistema, que tiene tres componentes básicos: una extensa lista de alimentos que hay que eliminar de la dieta porque son tóxicos o producen alergias e indigestión; alimentos que sí están permitidos y se pueden combinar durante la limpieza; y suplementos naturales de proteínas vegetales, altos en nutrientes y minerales. El programa dura 21 días y puede realizare de dos maneras: consumir solo una comida sólida al día, el almuerzo, y reemplazar el desayuno y la cena por los batidos de Junger. O hacer todas las comidas con la lista de alimentos permitidos (ver recuadro). Se puede tomar agua filtrada o mineral; prohibidas las bebidas dietéticas.

Clean promete no solo eliminar toxinas y bajar de peso, sino "resetear" el sistema digestivo y así aumentar la claridad mental, mejorar el estado de ánimo y los niveles de energía.

Situación de terror

Junger es cardiólogo e hizo su posgrado en Medicina Interna en Nueva York. ¿Cómo se transformó en experto en detoxificación? Cuando se instaló en Estados Unidos su vida cambió drásticamente, en especial su alimentación. Tras sentirse enfermo, le diagnosticaron alergias severas, colon irritable y depresión. Y, a pesar de que fue medicado, los malestares persistieron. Comenzó, entonces, su propia exploración. "Descubrí la práctica de la detoxificación y la importancia de la nutrición, cosa que no me enseñaron en la universidad y tampoco fue tema para ninguno de mis colegas a los que consulté, que ni siquiera me preguntaron lo que estaba comiendo", cuenta.

¿Cómo es que nuestro cuerpo se intoxica?

La mayoría de las moléculas tóxicas que entran al torrente sanguíneo lo hacen a través de la comida, los cosméticos, los productos de limpieza, el agua, el aire. Son lipofílicos, o sea, no se disuelven en agua, lo hacen en grasa. Para el cuerpo es muy difícil desecharlos, pues la mayoría de los mecanismos de eliminación son a través del agua (sudor, orina, heces). Para defenderse, el cuerpo rodea estas moléculas tóxicas de grasa o ellas se meten en los tejidos grasosos como las mamas, el cerebro, la próstata, y es en estos órganos donde vemos la mayor incidencia de cáncer. En resumen: al detectar toxinas, el cuerpo retiene y genera grasa. Estoy convencido de que la epidemia de obesidad está conectada a la toxicidad global a la que estamos expuestos.

¿Cuáles son los alimentos más tóxicos que consumimos con frecuencia?

Los que están en la lista de alimentos a evitar en el programa: lácteos, huevos, gluten, azúcar, café, alcohol y cualquier alimento con proceso químico.

¿Por qué es necesario hacer limpiezas especiales? ¿El cuerpo no es capaz limpiarse solo?

Sí, es capaz, pero se han perdido las condiciones que necesita para hacerlo con máxima eficacia. Una de las más importantes es el descanso del aparato digestivo, que se logra con los ayunos, relevantes en todas las religiones. Pero hoy estamos comiendo todo el día, nuestros aparatos digestivos consumen toda nuestra energía, y los procesos de detoxificación se enlentecen. Si a eso se suma la avalancha de toxinas, la situación es de terror.

¿Cuál es el mecanismo preciso a través del cual funciona el programa Clean?

Reduce el trabajo del aparato digestivo para que la detoxificación pueda ocurrir de modo completo; elimina alimentos que producen alergias y formación de mucosas para liberar más energía y, además, su combinación de nutrientes está diseñada para ayudar a la reparación de la integridad del intestino.

¿De qué tipo de dietas détox debiéramos desconfiar?

Todos los programas en base a líquidos pueden ser peligrosos si se hacen por más de tres días durante la vida cotidiana en la ciudad. Son muy intensos para quien recién comienza con estas prácticas.

Junger agrega que "desintoxicarse es como tomar una ducha. Cada cuánto uno debe ducharse depende de cuán sucio uno esté. Para alguien que evita productos tóxicos, una vez al año es un buen comienzo".

Ha dicho que es muy difícil seguir un proceso détox en una ciudad grande como Los Ángeles.

Sí, pero hay muchas acciones con la que se puede minimizar la exposición a toxinas: comer orgánico y nada procesado: usar cosméticos y productos de limpieza sin tóxicos; pintar la casa con pintura a base de agua, usar muebles sin procesos químicos tóxicos o colchones sin retardante de fuego,

¿Cómo se hace para comer sano sin aislarse?

Tenemos que cambiar la mentalidad en masa y ofrecer a nuestros invitados comidas no tóxicas.

Lo que se puede comer y lo que no

El programa Clean tiene una lista de alimentos que sí y que no se pueden comer. Según Junger, consumir los aprobados ayuda a desintoxicar el organismo, y evitar los otros mejora la digestión, ayuda a perder peso y aumenta los niveles de probióticos. La lista completa y algunas recetas pueden verse en www.cleanprogram.com.

APROBADOS

• Frutas y jugos de fruta fresca: manzana, mango, ciruela, papaya, piña, berries (excepto frutillas), pera, limón, higos.

• Verduras crudas, salteadas o al vapor: paltas, aceitunas, espinacas, dientes de dragón, berros, zapallitos italianos, cebollas, apio, zanahorias, ajo.

• Leche de arroz, de coco, de cáñamo o de almendras.

• Granos sin gluten: arroz salvaje, amaranto, tapioca, quínoa.

• Pescados de agua fría (trucha, salmón, atún, sardina); cordero, pato, pollo orgánico, pavo.

• Proteínas vegetales: lentejas, arvejas, legumbres.

• "Super foods": espirulina, clorofila, maca, acaí, polen.

• Semillas de sésamo, calabaza, maravilla.

• Avellanas, pecanas, almendras, nueces, pistachos, castañas.

• Aceite de oliva, de sésamo, de almendra, coco o calabaza.

• Té verde, blanco o de hierbas; yerba mate; agua de coco.

• Endulzantes naturales como stevia, canela, chocolate puro (sin leche ni azúcar).

• Vinagre, todas las especias y hierbas, jengibre, sal de mar, pimienta negra, miso.

NO APROBADOS

• Naranjas, frutillas, pomelos, plátanos, uvas, choclo, tomates, berenjenas, papas.

• Leche, queso, crema, yogurt, helado.

• Arroz blanco, trigo, centeno, avena, cebada.

• Carne de cerdo, tocino, vacuno, salchichas, carnes enlatadas, mariscos.

• Productos de soya.

• Maní.

• Margarina, mantequilla, aceites procesados, aliños, mayonesa.

• Alcohol, café, bebidas con cafeína, bebidas de fantasía, jugos envasados.

• Azúcar refinada, azúcar rubia y morena, endulzantes artificiales, néctar.

• Chocolate con leche y azúcar, kétchup, salsas (teriyaki, soya, barbecue).

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