Reinventado

Con su programa En su propia trampa, Emilio Sutherland le dio un vuelco a su carrera. Convertido en una especie de héroe, desenmascara a delincuentes de toda índole. Aquí exhorta a perderles el miedo. "Es necesario denunciar, gritar, avisar lo que está pasando, en vez de quitar la mirada", sentencia. Entrevista de Monserrat Álvarez en La poca vergüenza, de radio Paula FM. Lee aquí lo que antes escuchaste.




¿Este es como el año de Emilio Sutherland?

No sé, pero lo he pasado chancho, entre mi cara a cara con Francisco Javier Errázuriz en el programa Contacto y las memorables trampas a los pillos de siempre en En su propia trampa, ha sido un buen año. He estado con la adrenalina a tope, en este instante acabamos de hacer unas grabaciones en la Estación Mapocho, desenmascarando a un feriante que tenía la pesa alterada. Me disfracé de feriante, me querían pegar. Y cuando me tuve que sacar el disfraz, la reacción de la gente fue impresionante.

¿En qué medida el programa es una suerte de "hacer justicia con las propias manos"?

No es eso. Lo que persigue el programa es que la gente les pierda el miedo a quienes nos engañan, a los sinvergüenzas. Muchas veces la gente guarda silencio o mira al lado cuando está viendo que están engañando o robando a una persona. Y eso no debiera ocurrir.

Es que la autoridad siempre nos ha dicho: maneje a la defensiva, si le piden la billetera, entréguela para defender su vida. Eso ha sido una instrucción que hemos seguido todos los ciudadanos chilenos frente a la delincuencia. ¿Tú dices que hay que guapear?

Yo tengo una mirada más bien crítica respecto al rol de los medios de comunicación y los periodistas que, a veces, incluyéndome a mí, exageramos un poco la nota y la gente con eso tiende a temerles en exceso a los delincuentes. Las consecuencias de esto son que en las poblaciones y en los barrios más humildes los comerciantes y, en general, todas las personas están viviendo encarceladas. Les están cediendo las calles, la vía pública, las plazas, a los malos elementos. Es necesario denunciar, gritar, avisar lo que está pasando, en vez de quitar la mirada y pasar rápido cuando algo está ocurriendo.

Después de denunciar a tanto pillo y delincuente, ¿andas con guardaespaldas? ¿Tienes miedo?

No, igual que siempre. Ando confiado en que la gente honesta es el 99,9 por ciento de este país. Y eso lo veo todos los días, a cada momento. La gente agradece que estemos sacando este programa

al aire.

Ahh, ¿la tele te protege?

Depende del tipo de delincuentes con el cual me esté metiendo. Te voy a contar algo que ni siquiera sabe mi familia: el fin de semana me encontré con un policía que estaba escuchando a unos narcos. Es este tema de las escuchas telefónicas que permite la justicia. Y unos "malos" desde la cárcel estaban comentando que le iban a hacer un "toni" a Emilio Sutherland.

¿Qué significa "hacerte un toni"?

Yo creo que darme una lección. Todo esto es por una investigación que hicimos para Contacto de las bandas que operan desde dentro de las cárceles.

Y el carabinero amigo te pasó el dato para que te cuidaras…

Sí, obviamente.

¿Y a Fra Fra le tuviste miedo?

No. No le tengo miedo, pero le tengo respeto porque debe ser una persona muy inteligente para tener el dinero que tiene. Yo trato de tenerle respeto a todo el mundo, incluso a los sinvergüenzas. Trato

de obtener la versión de la víctima y de los sinvergüenzas.

La gracia de En su propia trampa es que le pone humor al tema de la delincuencia. De hecho, te has disfrazado de feriante, de viejo enfermo… ¿cuál ha sido uno de los momentos más hilarantes que has tenido grabando?

Lloré de la risa cuando le hicimos la trampa a los chamanes, brujos y espiritistas que fueron a una casa que nosotros arrendamos en Providencia. Hicimos todo para que ellos vieran que la casa estaba poseída y huyeron despavoridos, aterrados. Ahí hicimos cosas que estaba fuera del libret, como que yo, por ejemplo, con una bata de hospital, semidesnudo, saltaba sobre una cama y cantaba "No estaba muerto, andaba de parranda". Mi señora y mis hijos se tapaban la cara de vergüenza y todavía me dan algunos coscorrones y tirones de orejas.

Pero, pensando en las trampas en que cae la gente, hay chilenos re pavos, ¿no?

Como decía el jefe de una de las bandas de "Pepito paga doble": "hay un exceso de giles", de hecho, aún hay gente que juega al "Pepito paga doble" en el Persa Bío Bío a pesar de que los hemos denunciado en más de una ocasión.

¿Cuál es el defecto que más deploras de ti mismo?

Hartos, pero yo creo que mi timidez, soy más bien introvertido, me cohíbo cuando estoy con mucha gente o en público. Ese defecto me cuesta mucho superarlo.

En cuanto a tu desempeño como pareja, ¿te gustaría pololear contigo?

No podría, sería morbosamente egolatría.

Quiero que le mandes un recado o un consejo al Presidente Sebastián Piñera.

Me la pones difícil. Ahí yo te contestaría no como un periodista de un medio de comunicación, sino como Emilio Sutherland. Le diría al Presidente que se preocupe más del país y menos de las cámaras.

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