Ignacia Allamand: Radical

Nunca ha votado, no le gusta hablar de política, menos ser un personaje público. Pero ama su barrio, vive al todo o nada y, si hay algo que recomienda hacer antes de morir, es tirarse en paracaídas. Ella, por supuesto, ya se tiró. Entrevista de Monserrat Álvarez en La poca vergüenza, de radio Paula FM. Lee aquí lo que antes escuchaste.




Paula 1103. Sábado 1 de septiembre de 2012.

¿Qué te gusta y qué te disgusta de la vida que llevas hoy día?

Me gusta harto mi vida. También me gusta el barrio en el que vivo ahora, Lastarria, me encanta. Y cosas que no me gustan: perder el tiempo, y la contaminación.

De los papeles que has hecho, ¿cuál fue una pesadilla?

Ninguno, uno les toma cariño a los personajes siempre. Y uno de los que recuerdo con más cariño fue el primero que hice en la televisión que fue la Eloísa, en Vivir con 10 (CHV). Era una cabra chica insoportable: tenía como 15 años y yo en ese momento tenía 25. Entonces volver a ponerte jumper y poder mandarse esas embarradas, era entretenido.

Tienes 30 años, pero siempre te hacen papeles de más chica.

Tengo suerte en eso, sí.

¿Y cuándo crees que te va a venir el viejazo?

Chuta, ojalá que se demore lo más posible.

Cuando eras chica, ¿cómo te imaginabas tu vida a los 30 años?

Ni me la imaginaba. Y, hablando de viejazo, siempre me imagino que cuando sea vieja, voy a hacer esos viajes en grupo que hay para la tercera edad. Es como mi sueño de vejez.

¿En tu familia arriscaron la nariz cuando decidiste estudiar Actuación?

Nunca. Como era algo que yo tenía desde chica, estaban súper advertidos. Yo vengo de una familia donde siempre ha habido mucha libertad.

¿Te dio algún complejo llevar el apellido Allamand?, ¿que eso podía ser como un rollo en tu carrera?

Al principio tenía un poco de miedo frente a los prejuicios, pero la verdad es que nunca, en todo este tiempo que llevo trabajando, he recibido alguna mala onda.

¿Te da lata cuando te preguntan por tu papá?

No, pero de repente siento que me preguntan demasiado sobre opiniones políticas cuando en verdad ¿a quién le importa lo que opino de política?

¡A mí me importa lo que todos los chilenos opinan de política! ¿Te dan ganas que tu papá sea candidato o mejor que se libre de eso?

Mi opinión es que es un trabajo demasiado demandante y expuesto. La exposición es un tema con el que me cuesta mucho lidiar. Entonces por supuesto que no quiero que alguien que quiero esté expuesto a algo tan difícil. Pero, por otro lado, si es algo que quiere hacer y es importante para él, ¿quién soy yo para decir que sí o que no?

¿Estabas inscrita en los Registros Electorales?

No. Además que he vivido en varias partes y nunca me tocó una elección acá. Tampoco nunca me dieron ganas.

¿Vas a votar en las municipales?

Sí.

¿En qué comuna?

Providencia.

¿Y tu papá nunca te reprochó que no estuvieras inscrita en los registros?

Él lo considera un símbolo de inmadurez, pero retarme no.

Vamos a otros temas. ¿Qué defecto deploras de ti misma?

Soy muy dura conmigo misma, entonces eso me hace ser culposa cuando no hago algo demasiado bien. Tengo baja tolerancia a la falta de perfección.

¿A qué edad fuiste por primera vez al sicólogo o al siquiatra?

Chica. La primera vez no recurrí, me recurrieron (risas). Cuando era muy chica, mi hermano tuvo un accidente que cambió un poco mi dinámica familiar y en ese momento me llevaron a la sicóloga, para hablar de ese tema, no era una situación fácil.

¿Y cómo marcó en tu vida de niña lo que vivieron como familia?

Creo que si hubiera sido más grande, me habría dolido más. Pero para mí siempre fue normal. Casi no tengo recuerdos de mi hermano bien porque ocurrió cuando él tenía dos años.

Cuando uno vive una experiencia así, ¿ve la discapacidad de otra manera?

Sí, y no solamente la discapacidad, sino la falta de recursos que existen en relación a la discapacidad. Cuando pasó esto con Juan Andrés nosotros éramos un país muy atrasado. Antes no podías entrar a ninguna parte con la silla de ruedas. Aún falta, pero hemos avanzado.

Dentro de las funciones de la vida, hija, pareja, polola, ¿cuál te sale peor?

Yo creo que me salen bien todas (risas).

Pero, ¿te gustaría pololear contigo?

Chuta, mes por medio. De jueves a domingo.

¿Eres temperamental?

Soy muy temperamental. Y soy muy radical. Las cosas me gustan hasta que ya no me gustan. Y ahí no me gustaron más.

¿Estado civil?

Actualmente, casada.

¿Pero separada de hecho, como dice la ley?

Exacto.

¿Pero acompañada supongo?

Mmmmm como dice facebook, "It's complicated". En verdad estoy soltera, pero es algo de lo que no me gusta hablar.

¿Hace cuánto que te separaste?

Hace un año.

Siempre dicen que el primer año es lo más complicado.

Mira, yo no sé. Yo creo que cada persona tiene su propio tiempo y su propio ritmo. Pero, como te decía, soy bien radical para mis cosas: estái o no estái y yo no estoy.

¿Qué cosa, circunstancia o actitud masculina logra anularte la libido por completo?

La desesperación, la ansiedad. Pero lo que me anula la libido por completo, es el hombre casado o comprometido que es jote.

Para calmar el nervio: ¿sexo, pisco sour, shopping o deporte?

Shopping, pisco sour, sexo. En ese orden. Deporte es lo que menos me gusta.

Cuando te miras al espejo, ¿qué parte tuya no logra conformarte?

Uy, es que si lo digo eso atrae la atención a ese lugar, entonces mejor quedarse calladita.

¿Te inscribes en las personas que cuentan las calorías que comen?

Hay veces que estoy gozadora, me da lo mismo, como de todo y acepto el cuerpo que tengo. Y, otras, si tengo un personaje que lo requiere, me pongo obsesiva y cuento calorías.

¿Eres de las que piensan que no es bueno morir sin antes haberse fumado un buen pito de marihuana?

Creo que no es bueno morir sin tomar un riesgo. Si fumar un pito es tomar un riesgo, entonces, claro. Pero creo que es más importante no morir sin haber saltado en paracaídas.

¿Y tú te tiraste?

Me tiré en paracaídas (risas).

¿Era una espinita que tenías que sacártela?

Es que es la experiencia más alucinante del mundo.

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