La lobbista ciudadana

Paulina Ibarra, máster en Comunicaciones de la Universidad de Georgetown, tiene una larga trayectoria en temas de transparencia, participación y lobby ciudadano. Trabajó en el Banco Mundial, en el programa de gobierno abierto de Barack Obama y ahora dirige la Fundación Multitudes, que impulsa la inclusión de la ciudadanía en el diseño de políticas públicas. Aquí, le pone nota a Chile en esta materia.




Paula 1174. Sábado 23 de mayo de 2015.

¿Qué nota le pones a la participación ciudadana en Chile?

Estamos reprobados. Tenemos un rojo, como máximo un 3,9.

¿Qué nota le pones a lo que ha hecho este gobierno en este tema?

Hay buenas intenciones pero la contingencia ha sido adversa: la Presidenta hizo 3 compromisos sobre este tema y llevamos 14 meses de gestión y ninguno se ha cumplido. Valoro el trabajo del Consejo Asesor Anticorrupción pero se debería ampliar la ley de transparencia a las empresas del sector privado que manejan bienes públicos.

¿Cómo se evalúa si un país tiene una participación ciudadana sana?

Tenemos que preguntarnos si la ciudadanía tiene una incidencia real en el diseño y desarrollo de políticas públicas, si hay una corresponsabilidad en la gestión del Estado. ¿Existe una sociedad civil articulada y empoderada que fiscaliza en todos los niveles? ¿Se toman en cuenta sus posiciones? ¿O se les dice: "gracias, siga participando"?

¿Cuáles son esos mecanismos que garantizan esa participación?

La autoridad debe conformar consejos de la sociedad civil en todos los niveles y considerar sus recomendaciones; debe existir transparencia activa tanto para el sector público como para las empresas del sector privado que manejan recursos y servicios de todos, como el agua, la salud o nuestros fondos de pensiones. Tienen que rendirse cuentas públicas participativas y deben llevarse a cabo consultas públicas vinculantes.

¿Cómo estamos por casa?

Existen estos cuatro mecanismos pero a medias. Tenemos consejos de la sociedad civil pero si el alcalde no tuvo tiempo o no le dio la gana, no los conforma; de las 346 comunas del país, 107 no tienen consejo. Tenemos una buena ley de transparencia y acceso a la información pública pero que no aplica al sector privado. Si se obligara a empresas como SQM, que administra nuestros recursos mineros, a rendir cuentas a la ciudadanía, no estaríamos en la crisis de corrupción actual. Las cuentas públicas existen pero son dudosamente participativas, más bien son una sumatoria de logros que no mide la incidencia efectiva de la sociedad civil en las políticas públicas. Y las consultas públicas no son vinculantes; la autoridad puede decir "gracias por votar pero no, vamos a hacer esto otro".

¿Qué ejemplos hay en Chile de participación ciudadana real?

El Acuerdo de Unión Civil: se llamó a la mesa de trabajo a Iguales y el Movilh, trabajaron mano a mano con la autoridad y se sacó una ley que es un gran avance. Se intentó algo similar con las mesas de trabajo para la reforma educacional pero no se logró del todo. Más allá de eso, no tenemos grandes ejemplos de participación.

¿Por qué no? ¿Qué le pasa a Chile?

Pasa que se quebró la fibra social. Nos hemos olvidado del concepto de comunidad. Mientras a mí no me apriete el zapato, no me importa lo que pase a mi alrededor. Hablamos de lo generosos que somos los chilenos, lo solidarios, pero veo en lo que pasó en Atacama la misma actitud de los neoyorquinos cuando pasó lo de las Torres Gemelas: en la parte norte de Manhattan la gente seguía en lo suyo, saliendo a sus happy hours como si nada, mientras el sur estaba destruido.

¿Y la sociedad chilena acaso no despertó? A partir del movimiento estudiantil salimos a las calles y exigimos nuestros derechos.

Es un espejismo. ¿Hay alguien hablando del problema del Sename? ¿De Gendarmería? ¿De los inmigrantes? No. Porque no nos afecta directamente. Salimos a las calles cuando nos duele en el bolsillo.

¿Falta también que nos creamos el cuento?

Exacto. Esto es mitad responsabilidad del gobierno, mitad de la sociedad civil. Hace falta que se instale el concepto de "pago impuestos, así que puedo sacarte de tu puesto". A ver: 19% del precio del kilo de pan se va a la dieta parlamentaria, a la construcción de puentes, a la mantención del Estado. Solo ese hecho le da derecho a la gente a exigir rendición de cuentas e inclusión real en las decisiones del Estado. •

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