Tatuadas

Ya no son sinónimo de rebeldía ni exclusivos de una subcultura. Los tatuajes se han sofisticado, sus riesgos minimizado y cada vez más chilenas están dispuestas a pasar hasta 20 horas sometidas a agujas que traspasan la piel para formar un gran dibujo. Flores, mariposas, pájaros o figuras abstractas se graban en el cuerpo como marca visual de un suceso biográfico o simplemente por pasión estética. Sobre todo, hoy son parte del estilo personal.