Lo que entra y lo que sale en este otoño

Paula 1121. Sábado 11 de marzo de 2017.

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La parca "oversize puffer"

Diseñadores y marcas la proponen con un relleno acolchado de gran volumen. Kendall Jenner, Jenny Walton y Sofía Sánchez, todas siempre muy al día, no la han soltado en este invierno y, antes, se vio en los desfiles de otoño 2016 de Balenciaga, Marques' Almeida y Raf Simons en rojo, dorado, mostaza, verde musgo, negro y gris. El largo es uno: un poco más abajo que las caderas y se lleva dejándola caer "distraídamente" sobre los hombros.

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WGSN.[/caption]

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El abrigo de piel corto

Los abrigos de pieles reales o sintéticas ya no son hasta la cadera, sino que hasta más debajo de la rodilla. La piel también se ve en aplicaciones de chaquetas y fular. Las colecciones de pre-fall 2017 de Carolina Herrera, Christian Siriano, Roberto Cavalli y Jonathan Simkhai, la tuvieron en mangas, cuellos, hombros y forros de chaquetas.

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Marcar la cintura

Con la amarra incorporada en la pieza o con un cinturón, la cintura sigue teniendo el protagonismo que adquirió hace tres temporadas. Es una cintura "estudiadamente" casual que se logra ajustando chalecos oversize, chaquetas y abrigos. Tiene algo de ochentero, pero aquí no están las hombreras que formaban una figura de triángulo. Otra diferencia con los 80 es que de la cintura hacia abajo, la silueta se abre con movimiento. La pieza que sintetiza la intención es el abrigo tipo inspector.

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Haute Design by Sarah Klassen.[/caption]

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La pollera sirena

Estas polleras pegadas al cuerpo, que parten en la cintura y marcan caderas y piernas (muy Kim Kardashian), pierden terreno frente a los diseños más sutiles, que optan por una silueta que insinúa, que cae suavemente sobre las caderas y se abren hasta llegar a la mitad de las pantorrillas. El complemento perfecto es un suéter oversize en el mismo pantón o contrastante.

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Balenciaga Fall 2016[/caption]

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El bolso de "feria" de Balenciaga:

Para la cartera de moda, el diseñador de Balenciaga, el georgiano Demna Gvasalia, tomó de referencia la típica y colorida bolsa de nylon del mercado de Sampeng, en Bangkok, que se encuentra por dos dólares, y la reversionó en un objeto de deseo hecho en piel de cordero que cuesta 2 mil 400 dólares. Marc Jacobs hizo algo parecido en 2006, para Louis Vuitton, con las bolsas cuadrillé made in China (que se ven en La Vega de Santiago).

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Panty de rejilla

Marilyn Monroe, el punk de los 70 y 80 y Madonna usaron la panty de rejilla, cada cual a su manera. El recurso, también bastante noventero, aparece en el street style como un detalle que se asoma entre la basta del pantalón y el zapato, especialmente el sin talón (en versión invernal). Ya sea como calcetín o panty, está en todas partes: desde las pasarelas de otoño-invierno 2016/2017 de Antonio Marras, Isabel Marant y Moschino, la de otoño 2017 de Jason Wu, hasta H&M y Mango.

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Luvv.it[/caption]

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El jeans con hoyos

La temporada primavera-verano 2008 del diseñador inglés Christopher Kane mostró los jeans con hoyos en su versión skinny, mientras que el belga Martin Margiela tuvo una versión aún más radical, con los muslos de sus modelos al descubierto. Desde entonces, este pantalón, sinónimo de tribu urbana, se convirtió en un ítem de moda que se encuentra en todas las tiendas y en los looks de cualquiera que reciba el título de celebridad. Pero ya no más. No se ven ni en las pasarelas ni en los registros de street style de los sitios más prestigiosos. Por el contrario, aparecen los jeans intactos, con distintos largos y, en algunos casos, deshilachados al final.

El zapato lace-up

El zapato del verano chileno, ese con las amarras hacia arriba, no resiste un nuevo capítulo. Estaba bueno ya. Se había visto en las colecciones de primavera de 2015 de Alexander McQueen, Stella McCartney y Valentino. Luego, la misma cosa con ciertas variaciones en las propuestas de 2016 de Derek Lam, Fendi y Altuzarra. No hubo marca low cost que se restara. En Chile, en 2005, el modelo fue un hit de las fiestas de quinceañeras. Hoy, el único rastro que queda de ese pasado esplendoroso es el taco plano y, de acuerdo a lo que han mostrado Proenza Schouler y Monse, una versión simplificada de amarras anchas y a lo más dos vueltas.

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Nicholas K, fall 2017.[/caption]

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Un aro colgante

Nicolas Ghesquière para Louis Vuitton, en 2014, ya había rescatado el noventero aro colgante XL en solitario. Esta primavera-verano 2017 fue retomado por JW Anderson y Versus Versace y, en versiones más pequeñas, por Michael Kors, Mary Katrantzou y Balmain. La tendencia no decae y es liderada por Balenciaga y Coach 1941.

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Givenchy. pre-fall 2017.[/caption]

El rojo

No en detalles, sino en tenidas completas, ya sea marcadas por un vestido largo y determinante, o mix de blusa, chaleco, pantalón y abrigo, en distintos tipos de rojo que conviven en armonía. Los artífices: Jason Wu, Monse, Proenza Schouler, Sachin & Babi, The Row, Óscar de la Renta y Victoria Beckham.

Los pantalones que se arrastran

Balmain, Chloé, Givenchy, Marc Jacobs, Moncler Grenoble, Simkhai, Stella McCartney y una larga lista. Son pocos los diseñadores que se restaron de la tentación de renovar el pantalón, una pieza tan básica, dándole un largo que parece incómodo, incluso ridículo, pero que arma una silueta simplemente bella. Estamos hablando de pantalones –anchos y ajustados– cuyas piernas se arrastran al menos 10 centímetros más allá del suelo, sin importar su materialidad, color y estampado (jeans, tela de punto, con rayas verticales, tartán).

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Stella McCartney. pre-fall 2017.[/caption]

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El tartán setentero

Entra en su versión más elegante, como si hubiese estado inspirado en Lauren Hutton, en trajes de sastre, pantalones anchos y larguísimos, polleras hasta media pantorrilla. Sus máximos exponentes son Tome, Tory Burch, Jenny Pakham, Public School, Balmain, Dior, Paco Rabanne y Stella McCartney. Otra tecla es la que tocó Marc Jacobs en NY, con el tartán llevado al terreno del hip hop.

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Chloé, pre-fall 2017.[/caption]

Tejido oversize

Chalecos (Brandon Maxwell, Chloé y Michael Kors), vestidos, enteritos (Stella McCartney), jardineras (Chloé) y pantalones, todo de punto y todo de un tamaño exagerado, en especial las mangas, que en algunas prendas apenas dejan ver la punta de los dedos, mientras que en otras quedan  completamente tapados.