El turbante haitiano y colombiano

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En sus inicios, el turbante fue usado como una prenda donde las mujeres esclavas afrodescendientes que llegaron a América escondían alimento para poder subsistir. Hoy, siglos después, está instalado en el terreno de la moda como un accesorio que entrega color y estilo. En Santiago, es cada día más común toparse con mujeres haitianas y colombianas que los lucen.




Paula 1207. Sábado 27 de agosto de 2016.

No es coincidencia que de los 16 diseñadores que el 18 y 19 de mayo recién pasado protagonizaron la Semana de la moda en Bogotá, dos de ellos, Lia Samantha y Alice Gaviria, exhibieran al turbante como un accesorio protagónico de sus looks. Guiño a una cultura afroamericana que está presente en Colombia desde el siglo XVI y que desde hace un tiempo ha vuelto a instalarse con fuerza como una prenda fashion entre las mujeres afrodescendientes más jóvenes. "El turbante en sus inicios era ocupado por las mujeres esclavas afroamericanas en América, quienes al cubrir sus trenzas con un pañuelo podían esconder entre ellas oro y semillas que sacaban de su trabajo en el campo y que les aseguraba la supervivencia de sus comunidades o les ayudaba a comprar libertad", cuenta la historiadora de la Universidad de Chile, María Teresa Acuña.

Con el paso del tiempo, ya entrado el siglo XIX, el turbante fue tomando protagonismo como un accesorio de jerarquía y tradición. Las mujeres afrodescendientes de América lo empezaron a ocupar en ceremonias religiosas y en rituales de iniciación, como el que marca el paso de niña a mujer, donde pasan de ocupar un turbante con un nudo, a uno con dos, a los 17 años, lo que significa ya ser una mujer adulta.

María José Solar, antropóloga con especialidad en Culturas Americanas, de la Universidad de Concepción, agrega: "Hoy en Colombia, en ciudades como Cartagena de Indias, Barranquilla o en la isla Santa Marta, es parte del paisaje ver a la popular palenquera que sobre su cabeza instala un canasto donde lleva frutas y dulces que vende a los turistas. O en el norte de Brasil, en Salvador de Bahía, en febrero, para los carnavales, se repleta de mujeres afrodescendientes vestidas con turbantes y vestidos blancos, traje típico del país carioca. En Puerto Príncipe, Haití, el turbante es una pieza aún necesaria para trasladar bateas con agua".

TURBANTE HAITIANO

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A la hora de elegir un diseño, "la mujer haitiana prefiere uno donde el género vaya pegado a la cabeza y solo resalte un nudo sobre la frente", cuenta la haitiana Rose Bernitte, dueña de la peluquería Chuesley en Quilicura. La paleta de colores que eligen mayormente, son los tierra: naranja, amarillo, café y mostaza, que contrastan con toques de color negro. "Esta elección tiene que ver con la importancia que la cultura haitiana le da al trabajo de la tierra", explica la historiadora María Teresa Acuña.

TURBANTE COLOMBIANO

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La mujer afrocolombiana opta por un diseño mucho más llamativo, donde la tela se enrolla con varias vueltas sobre toda la cabeza, generando un mayor diámetro y altura. Los colores que más usan son tonos celestes, azules y verdes.  "Es un turbante mucho más festivo. Refleja al Pacífico, el mar Caribe y la selva colombiana", cuenta Acuña.

*Foto principal: afrodesiacworldwide.tumblr.com/

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