Amores perros

El perro de Nicolás Massú se llama Tommy; los del ministro del Trabajo, Rocco y Pipa, y el de la senadora Ximena Rincón, Elbis-T. Mary Rose MAC-Gill declara que no le gustan los perros de adorno, a pesar de que su Sofía es una salchicha toy, y Andrea Dellacasa siente que su chihuahua es, de verdad, su guagua. Aquí, siete personajes comparten sus amores perros.




Paula 1131. Sábado 28 de septiembre de 2013.

TAMAÑO PORTÁTIL

En las dos teleseries en que ha actuado Andrea Dellacasa –Bim Bam Bum y Socias– su personaje ha tenido un perro, interpretado en ambas ocasiones por su chihuahua Uma, de 1 año de edad y 1,7 kilos. La lleva a todas partes y en las noches duerme con ella. "Hace muchos años que no tengo pareja y uno necesita dar amor", dice. Uma fue un regalo de una amiga. "Un día tocó mi puerta, me la pasó y me dijo: 'Estás muy sola', y se fue. Yo miraba a la perrita y pensaba: '¿Qué hago con esto? ¡es un ratón! pero me conquistó porque es dócil y amistosa". Dice Andrea que cuando tiene que grabar la deja en la sala de maquillaje y ahí le pintan las uñas y le ponen rímel en los bigotes. "Para ellos es como un juguete, pero para mí es mi guagua".

¡QUIETA, CAMILA!

En esta imagen el ex ministro y ex alcalde Jaime Ravinet intenta ser obedecido por Camila Vallejo, su perra policial de dos años. "Es muy desordenada y revoltosa, pero también es viva y muy bonita ", dice Ravinet. "Por eso, aunque se llama Camila a secas todos en la casa le decimos Camila Vallejo". El ex ministro cuenta con los servicios de un entrenador profesional que ha educado a todos sus perros para convertirlos en guardianes eficaces. Polo, su otro policial, ha sido un alumno ejemplar, pero Camila se ha resistido a ser adiestrada. "Es muy loca y buena para salir a callejear. Ve una puerta abierta y corre. El otro día se escapó en la noche y tuve que salir a las tres de la mañana a buscarla. Con Camila no hay caso", dice.

LO TRATO COMO A UN REY

El shih tzu Tommy, de 3 años, es el primer perro del tenista Nicolás Massú. "Yo siempre quise uno. Entraba a las tiendas de mascotas y miraba a los perros muerto de ganas, pero era complicado porque vivo solo y viajo 10 meses al año. Hasta que un día me decidí y salí de la tienda con Tommy", cuenta. Cuando Massú está fuera de Chile, el perro se va a vivir a la casa de Gaby, la nana del tenista, quien también lo peina y lo baña. "En esas ocasiones le pido a Gaby que me ponga a Tommy por skype o me mande fotos. Cuando regreso, él salta de alegría", dice. Desde que se retiró del tenis profesional, en agosto, pasa más tiempo con su perro; lo lleva a la cancha de tenis y el can se sienta a la sombra a mirarlo entrenar. En la tarde, cuando Gaby le lleva a Massú la bandeja con comida, Tommy llora para que le convide. "Es un interesado", dice su dueño, "y yo lo trato como a un rey".

CIENTO POR CIENTO LEAL

El ministro del Trabajo Juan Carlos Jobet sale a trotar todos los fines de semana 8 kilómetros con sus perros Rocco –con él en la foto–, un mastín inglés de 3 años, y Pipa, de 4, que es mezcla de gran danés, mastín napolitano y dogo. Sus perros también lo acompañan cuando sube hasta la cumbre del cerro Pochoco, uno a cada lado. "Me gusta estar con ellos. En la noche todos en la casa se duermen temprano y yo salgo a la terraza con un café a sentarme con mis perros", dice. El ministro creció en una familia donde siempre hubo perros grandes. "A lo mejor es muy rebuscado, pero me pasa que en la política hay mucha deslealtad, hay que andar pisando huevos, calculando quién te va a traicionar y quién no, y los perros son súper leales, están siempre ahí", confiesa. "Si llego a la casa cabreado", explica Jobet, "apenas entro, el Rocco me langüetea la cara y eso me templa. Pase lo que pase, llegues como llegues, los perros siempre te reciben bien".

LA EMPERATRIZ DE LAS CONDES

Le puso Sofía por la emperatriz de Bizancio y es su compañera desde hace ocho años. Mary Rose Mac-Gill ha tenido más de 20 perros salchichas a lo largo de su vida, pero Sofía es la primera toy de pelo corto que tiene. "La saco a caminar a diario para mantenerla, al igual que uno, lo mejor posible", dice. También la baña religiosamente cada 10 días para que su pelaje no pierda brillo. A pesar de que Sofía es muy pequeña, Mary Rose dice que no le gustan los perros que son como adornos. "Esos perros que hay que tener en brazos no son para mí", sentencia. "Me gustan los perros con personalidad. La Sofía hace lo que tiene ganas y con quien tiene ganas. Es, a su manera, la emperatriz de Las Condes".

DEFENSOR DE LOS QUILTROS

Jorge Yarur, dueño y director del Museo de la Moda, vive con 15 quiltros que ha recogido en la calle. "No soy de esos que los visten con ropa. No los trato como niños. Los quiero, los cuido, pero son animales y eso lo tengo muy claro", plantea. En 2000 creó la fundación Tu Amigo Fiel, que protege a perros abandonados a la espera de que sean adoptados. Su sede, ubicada en Melipilla, alberga actualmente a más de 500, pero Jorge se sigue conmoviendo cuando ve a un perro enfermo en la calle y, muchas veces, en vez de mandarlo a Melipilla, se lo lleva para la casa. La última que llegó, hace dos meses, es una perra con tres patas –aquí en la foto– a la que apodó La Coja. "No entiendo el afán de tener perros de raza, si nosotros los chilenos somos una mezcla, como los quiltros. Es como creer que hay razas superiores. Y, para mí, no se debe discriminar nunca. Tampoco con los perros", afirma.

LA QUE MANDA SOY YO

La senadora Ximena Rincón siempre ha tenido perros porque, dice, es una forma de enseñarles a sus hijos que tienen obligaciones: alimentar, bañar, sacar a pasear al perro. Elbis-T se llama el quiltro que tiene desde hace diez años en su casa, después de que atropellaran a Luqui, su antecesor. "Tener contacto con los animales genera –como decía San Francisco–, un vínculo con los hermanos menores, con los hermanos más débiles", asegura. Desde chica, a Ximena le han gustado los animales. "Salíamos con mi hermano a buscar mascotas en la calle, porque nuestros padres no tenían la posibilidad de comprarnos una". Sobre Elbis-T dice: "Duerme con mi hijo del medio, se pone feliz cuando llegamos y triste si no estamos. Pero también conoce las reglas: sabe que en mi casa la que manda soy yo. Yo soy la jefa".

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