El revival del proceso Hoffman

Hizo furor en los 80, cuando se transformó en la terapia de crecimiento personal de ese momento. Ahora, después de dos décadas, se está realizando de nuevo en Chile. Y quienes han pasado por ella dicen que en 8 días te transforma la vida. ¿En qué reside el poder del Proceso Hoffman?




La premisa es sencilla: todos –sanos o enfermos, felices o infelices– tenemos algún grado de conflicto con nuestros padres desde la infancia. Independiente de si nos llevamos bien con ellos hoy o de que tengamos buenos recuerdos de la niñez, todos tenemos patrones de conducta que aprendimos de nuestros papás cuando éramos chicos.

De ahí arranca el Proceso Hoffman, una terapia intensiva que, en ocho días, ayuda a "desarmar los aprendizajes negativos de la infancia, que crean bloqueos y limitan el desarrollo en la vida adulta", como dice el sitio español www.institutohoffman.com. "La sicología clínica ha demostrado que todos tuvimos un sufrimiento más o menos intenso en la infancia, lo recordemos o no. El Proceso ayuda a tomar conciencia de ese dolor y luego a sanarlo. La respuesta sana a ese dolor es el perdón y el amor a los padres", completa en el mismo sitio el director del Instituto Hoffman de España, Luis Fernando Cámara, quien viene a impartir esta terapia en Chile en enero junto a la sicóloga chilena Marta Huepe.

Eso, en terapias tradicionales como sicoanálisis, demora años. ¿Cómo se puede lograr en sólo 8 días?

No es fácil averiguarlo.

"Parte importante del Proceso es la sorpresa", aclara de entrada la sicóloga Marta Huepe. "Por eso, cualquier persona que lo hace prefiere no hablar de los ejercicios. Pero es un trabajo de revisión para entender por qué uno se tropieza una y otra vez con la misma piedra. Es un aprendizaje tan impresionante que, después, la gente sigue utilizando las herramientas que llegó a conocer al final de los ocho días".

"Es como que te prendan la luz"

Robert Hoffman, a quien se describe como un "sanador espiritual", y sin formación universitaria, fue quien creó esta terapia a fines de los 60 en California. En 1972, junto al siquiatra chileno Claudio Naranjo, empezó a aplicarla en grupo y en 1985 la reformuló: estableció el formato actual de 7 días y medio y la llamó Proceso Hoffman de la Quadrinidad porque, según él, los seres humanos tenemos cuatro dimensiones que deben trabajarse en conjunto: física, emocional, intelectual y espiritual.

A Chile la terapia llegó a comienzos de los 80 bajo el nombre de Fisher-Hoffman y un formato distinto al de ahora. Marta Huepe la hizo en 1981. "A mí me transformó la vida, fue un antes y un después", dice. Viajó a California para hacer la terapia con el mismísimo Robert Hoffman, de quien aprendió el método, y luego realizó algunos talleres en Chile que, en su momento, fueron bastante comentados. "Pero es importante diferenciar aquello de lo de ahora", aclara la sicóloga. "La esencia es la misma, pero el Proceso tal como está formulado ahora es mucho más completo, sintético y eficiente".

¿Y cómo es ahora? Marta Huepe la describe así: "Tiene una raíz sicoanalítica pero, además, integra herramientas de la sicoterapia más actual: Gestalt, ensueño dirigido, visualizaciones (por ejemplo, hay una en que se visita la casa de la infancia). Tiene una orientación basada en la sicología transpersonal, hay elementos de la sicología conductista, muchos ejercicios individuales por escrito… Es una síntesis magistral. Un producto muy finamente integrado".

"No es ninguna rareza esotérica, no es una terapia de shock ni tiene nada que ver con Chileworks y ese tipo de cosas", explica una diseñadora gráfica de 39 años que hizo el Proceso Hoffman en enero de 2009, en Chile, con Marta Huepe. "Yo me he hecho muchas terapias de todo tipo y decía 'para qué me voy a meter de nuevo en ese melodrama de la infancia', pero con el Hoffman me di cuenta de que es clave resolverlo. Lo que esta terapia garantiza es que resuelves ese conflicto con los padres. Está muy bien hecha, con ejercicios bien diseñados. Es como si en tu cabeza tuvieras una pieza oscura y de repente te prendieran la luz. Quizás vas a volver a repetir conductas, pero ahora estás en la pieza con la luz prendida. Por eso es una herramienta valiosa para seguir trabajando los problemas. A mí me hizo increíble y este año se lo recomendé a dos amigos que odian las terapias grupales. Ahora están más felices que yo".

¿Para quiénes es el Hoffman?

Para inscribirse en un taller de Proceso Hoffman, en cualquier parte del mundo, se debe completar primero un formulario para que los terapeutas tengan una idea de las condiciones sicológicas en que se encuentra la persona. Se recomienda especialmente para:

• Personas que repiten modos de relacionarse

que las hacen infelices y no saben cómo cambiarlos.

• Gente que no puede encontrar pareja, que se siente lejana a los demás, que no logra conmoverse.

• Personas en estados depresivos, con problemas de adicciones o de agresividad injustificada.

• Personas que tienen una mala relación con sus padres.

• Padres que quieren mejorar la relación con sus hijos.

La mirada crítica del sicoanálisis

"Los sicoanalistas hemos aprendido (y a estas alturas está bastante probado) que los cambios síquicos duraderos, que suponen una evolución de la personalidad del paciente, lamentablemente para los timing de la cultura actual, pasan por un largo y arduo trabajo de 2 a 5 veces por semana por mucho tiempo (generalmente años) en la intimidad del espacio intersubjetivo entre paciente y terapeuta", dice el siquiatra y sicoanalista Alex Oksenberg. "Es muy posible que si alguien se somete a un tratamiento intensivo tipo Proceso Hoffman describirá un cambio relevante (incluso impresionante) en su subjetividad que, con toda probabilidad, irá desapareciendo hasta extinguirse conforme el tiempo pase. Muy a pesar de las ilusiones que todos albergamos, nada hasta ahora puede reemplazar el enfrentamiento largo y trabajoso de una sicoterapia personal como herramienta de transformación profunda o duradera de la personalidad".

La próxima fecha del Proceso Hoffman es del 14 al 21 de enero en el centro En Calma, en San Vicente de Tagua Tagua (www.encalma.cl). Hay cupo para 16 personas y el valor del programa de 8 días es US$ 1.300. Consultas e inscripciones: chile@institutohoffman.com, fonos 9888 9955 y 321 5279.

Comenta

Por favor, inicia sesión en La Tercera para acceder a los comentarios.