Identidad forzada

En 1993 la decisión de un equipo médico del hospital de Talca determinó que el sexo de un recién nacido con sexo ambiguo, era femenino. Sin consultar a los padres, extirpó sus testículos, diciéndoles que tenían que criarla como una niña. Pero a los 10 años, un examen genético comprobó que hubo un error. Ella siempre había sido él. Hoy tiene 20 años y a fines de 2012 ganó un millonario juicio al Estado por esa negligencia. Esta es la primera vez que se decide a contar la historia completa.