Arte en toalla desechable

Coloreando punto por punto sobre el diseño original de las toallas de papel desechables, el artista Ricardo Pizarro crea sofisticadas obras que cuestionan la trascendencia del arte.




Paula 1122. Sábado 25 de mayo 2013.

Coloreando punto por punto sobre el diseño original de las toallas de papel desechables, el artista Ricardo Pizarro crea sofisticadas obras que cuestionan la trascendencia del arte.

Un desencanto con la pintura. Eso fue lo que llevó en 2005 al artista Ricardo Pizarro (37), de la Universidad Finis Terrae, a trabajar sobre un material tan insignificante para un pintor como las toallas de papel. "Comencé a cuestionarme el rol del arte y su supuesta trascendencia, y creí que una buena manera de ponerlo en cuestión era utilizar un soporte desechable, que relativizara el resultado, volviéndolo vulnerable y a punto de convertirse en basura", explica.

Armado solo de plumones y toallas de papel, Pizarro se entregó a la tarea lenta, exhaustiva y repetitiva de marcar uno a uno los puntos en bajo relieve del diseño original de cada hoja. Así, a través de una maniobra calculada, pero artesanal, creó infinitas posibilidades de una misma imagen. "Me convertí en una especie de máquina humana de producción de patrones a menudo invariables, lo que genera un resultado muy frío, geométrico y neutral que ironiza sobre los preceptos del minimal art noteamericano", dice el artista.

"Busco incomodar esa lógica de mercado que está dada por adquirir y coleccionar un ejemplar único en el tiempo, por su perdurabilidad y trascendencia", dice el artista Ricardo Pizarro, cuyo trabajo se exhibe hasta el 9 de junio en la muestra colectiva minimalismo Made in Chile, en Matucana 100.

El trabajo de Pizarro también persigue un objetivo ya inaugurado por las obras aeropostales –que viajan como cartas y se exhiben en sus destinos como pinturas– del artista Eugenio Dittborn: saltarse la burocracia o trámite de envío de cualquier obra de arte. Por eso, para montar su trabajo No tengo templo –que mide 2,5 metros cuadrados y estuvo expuesto hasta el mes pasado en el Centro Cívico de Las Condes–, solo bastó seguir el prepicado de las toallas para desplegar la obra que se traslada a cualquier parte doblada sobre sus pliegues. "El motivo que me inspira no es más que el llenado incesante de gestos absurdos, carentes de más significado que su aglutinado en un soporte cuya lógica es ser usado y desechado. Lo que busco en el fondo es poner en circulación el vacío, una obra que llene el vacío con otro", concluye Pizarro, quien participa con otras dos obras, hasta el 9 de junio, en la muestra colectiva Minimalismo made in Chile, en el Centro Cultural Matucana 100.

Casi infinitas son las posibilidades de los distintos patrones geométricos que construye Ricardo Pizarro coloreando con plumones los puntos en bajo relieve que tiene el papel de las toallas desechables de cocina.

Comenta

Por favor, inicia sesión en La Tercera para acceder a los comentarios.