Bakeries de Santiago

Diminutos locales que se promocionan de boca en boca están innovando el mercado de la panadería y la pastelería santiaguinas.




Bagels canadienses en Ñuñoa

En 2007, Mark Raykhlin vino a Chile por primera vez. Se enamoró del país y convenció a su polola, la rusaespañola María Merino, de abandonar Montreal y venirse a Santiago. Amigos chilenos les aseguraron que una panadería era buen negocio, así que instalaron un local donde venden hallullas y la especialidad de la casa: el bagel, típico pan neoyorquino con un hoyo al centro que ellos preparan según la receta canadiense.

Tuvieron que llamar a varios molinos antes de encontrar una harina similar a la usada en Canadá, que deja los bagels levemente más dulces que los americanos. Mark sugiere, eso sí, comerlos como en Nueva York: con una gruesa capa de queso crema. $ 400 c/u. Montreal Baguel, Diagonal Oriente 1915, fono 209 2560.

Pan con agua vitalizada

Jessica Fernaldt, naturista, y Pepe Alarcón, panadero, unieron sus conocimientos y crearon hace un par de años Amor y Pan, donde amasan y hornean panes integrales preparados con agua vitalizada, siguiendo los principios de Masaru Emoto. Este famoso escritor japonés postula que el agua responde a estímulos del ambiente. Por eso guardan el agua en botellas y le ponen música y mantras. "Emoto dice que le aporta buenas energías, así que después la usamos para la masa", afirma Jessica. Según ellos el agua realmente se vitaliza, porque su pan dura hasta ocho días como recién hecho. Venden, entre otros panes vitalizados, el de miel con nueces ($ 1.800), baguettes integrales ($ 500) y el salvador pan de San Cayetano, una hogaza familiar que hacen en el último domingo del mes y venden a $ 1.000 para que no falte el pan cuando escasea el presupuesto. Loreley 59, La Reina, fono 933 1337. www.amorypan.cl.

Pastelería sin lactosa

Fanática de los brownies, pero intolerante a la lactosa: esta lamentable combinación llevó a la periodista Alejandra Azócar a inventar recetas dulces que no afectaran su salud. Así, sin mucho planificar, abrió hace poco Sweet Shop, la impecable pastelería donde fabrica dulces sin lactosa, como torta tres leches ($ 10.000, 12 personas) y brownies de corteza quebradiza e interior esponjoso ($ 5.500 la docena). Todo, además, sin azúcar (con sucralosa). Pucará 4314, Ñuñoa, fono 274 7574. Cerrado los lunes. www.sweetshop.cl.

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