Cocina franco-zulú en un lodge de Sudáfrica

La reserva Thula Thula es uno de los espacios de conservación animal más importantes de la provincia de KwaZulu-Natal, al este de Sudáfrica. Pero, además, es un destino gourmet de gran renombre gracias a su exclusivo lodge que ofrece clases de cocina, picnics en el monte y asados bajo las estrellas.




Paula 1152. Sábado 19 de julio de 2014.

La reserva Thula Thula es uno de los espacios de conservación animal más importantes de la provincia de KwaZulu-Natal, al este de Sudáfrica. Pero, además, es un destino gourmet de gran renombre gracias a su exclusivo lodge que ofrece clases de cocina, picnics en el monte y asados bajo las estrellas.

En lengua zulú, Thula Thula significa "paz y tranquilidad", y es un nombre de lo más apropiado para describir a la reserva y el Elephant Safari Lodge, un paraíso natural de 4.500 hectáreas donde elefantes, antílopes y rinocerontes se pasean con parsimonia entre arbustos, árboles ancestrales y lagunas. Se trata de un proyecto que inició en los noventa Lawrence Anthony, un sudafricano que ganó reconocimiento internacional por su compromiso con la conservación de especies amenazadas por la caza ilegal y cuyo asiduo trabajo con los elefantes salvajes le valió el apodo de "the elephant whisperer". Con la ayuda de su mujer, la chef francesa Françoise Malby, Lawrence luchó por preservar especies en extinción hasta su inesperada muerte, en 2012. Hoy, la reserva y el lodge –con 16 habitaciones, 8 de estilo carpa de lujo– está en manos de Françoise, y recibe cientos de visitas por año.

Gracias al talento de esta chef formada en LeNôtre Culinary Institute de París, que logró amalgamar la cocina de su país con ingredientes y recetas tradicionales del pueblo zulú en lo que ella llama "cocina franco-zulú", el lodge se ha convertido en uno de los destinos gourmet más cotizados de Sudáfrica. Sus platos combinan ingredientes exóticos como carne de ciervo y de impala –un tipo de antílope africano–, salsas agridulces y toques de especias y picantes. Terrina de ciervo con gelatina de marula o filete de impala con torta de batata y salsa de vino tinto y panceta son algunos de los platos que se sirven con los mejores vinos sudafricanos en la veranda (terraza) del hotel o como picnic en el monte, con champaña helada. Pero la experiencia más original es comer bajo las estrellas en el boma, un espacio a cielo abierto cercado con cañas que protegen del viento, y un inmenso fogón en el centro, donde se prepara la versión zulú del asado, el braai de venado. Los comensales se acomodan alrededor del fuego donde se asa durante varias horas el venado con salsa de vino tinto, y luego se sirve acompañado de vegetales asados al fuego en cacerolas de hierro, para terminar con un suculento postre como el nougat glacé, clásico del Elephant Safari Lodge. Para los visitantes más gourmet, la misma Françoise diseñó una clase que permite conocer más sobre la cocina franco-zulú, donde los chefs del lodge enseñan a preparar hasta seis platos, como la cola de buey a la bourguignon con papas rotas al ajo o el bouillabaisse de mariscos a la criolla (US$ 28 la clase de 2 horas). www.thulathula.com

Comenta

Por favor, inicia sesión en La Tercera para acceder a los comentarios.