Eduardo Carrasco presenta a Joan Báez

El líder de Quilapayún explica por qué la cantante folk Joan Báez viene a saldar cuentas pendientes con Chile, después de que su único show en el país haya sido clandestino, en 1981. Cree que este 14 y 15 de marzo una de las representantes más exitosas de la música folk comprometida deleitará tanto a los luchadores de antaño como a los de hoy.




Paula 1142. Sábado 1 de marzo de 2014.

El líder de Quilapayún explica por qué la cantante folk Joan Báez viene a saldar cuentas pendientes con Chile, después de que su único show en el país haya sido clandestino, en 1981. Cree que este 14 y 15 de marzo una de las representantes más exitosas de la música folk comprometida deleitará tanto a los luchadores de antaño como a los de hoy.

"En la década del 60, en medio de la guerra de Vietnam, se produjo una especie de hermandad entre muchos cantantes de todo el mundo que tenían un propósito común, un compromiso ético y social por defender los derechos humanos. Entonces, mientras en Argentina estaba Mercedes Sosa y en Chile Violeta Parra, en Estados Unidos estaba Joan Báez. Como continuadora de artistas folk estadounidenses como Woody Guthrie y Pete Seeger, su música era –y es– mucho más inteligente, más poética y más social que la que suena todo el día en la radio. Ella estaba totalmente involucrada con causas que a nosotros como Quilapayún nos inspiraron por completo; ella es el sonido de una época –del movimiento de liberación de los años 60– en la que se vivió una revolución musical que nunca volvió a producirse de la misma forma.

Joan Báez conocía perfectamente lo que pasaba en distintas partes de Latinoamérica y la sentimos especialmente presente cuando nuestro país estaba siendo afectado por la violencia política en la dictadura. Como ese concierto mítico que ocurrió sin que nadie supiera, en la Parroquia Santa Gemita, en 1981. Ella había venido a dar un concierto que fue suspendido por las autoridades de la época, entonces, apareció en esta misa organizada por los grupos de derechos humanos y, de repente, allí, sin que nadie supiera, comenzó a cantar Gracias a la vida, de Violeta Parra. Nosotros estuvimos toda la dictadura en el exilio, pero mi señora presenció ese momento y me contó lo impresionante y emocionante que fue.

El show que viene a entregar esta vez creo que tendrá un propósito más artístico, en un país ya mucho más tranquilo, pero que no dejará de ser solidario frente a cosas que siguen ocurriendo ahora, como las luchas estudiantiles. Se parará con su guitarra, con esa imagen muy propia del cantante folk americano, como Bob Dylan o Seeger, en un show muy simple y sobrio, acompañada de sus músicos –entre ellos, su hijo, el percusionista–, con su voz tan expresiva y un repertorio muy bien escogido para presentar su tour Gracias a la vida, donde probablemente cante varias canciones en español. Creo que pasará lo que siempre pasa en sus conciertos: será un momento de unidad, de tomarse las manos. Probablemente habrá mucha gente joven en el público –además de sus seguidores de siempre– porque creo que una parte de las nuevas generaciones se reconoce también en la música que ella hace".

Báez según Venegas

Uno de los miembros más antiguos de Quilapayún, Ricardo Venegas describe cómo fue compartir escenario con la cantante estadounidense:

"Nosotros conocimos a Joan Báez en el año 2012 en el festival Todas las voces todas, que se hace cada cierto tiempo en Quito. Fuimos los primeros en tocar y ella nos fue a escuchar. Nos encontramos detrás del escenario después del show y compartimos unas cervezas. Fue muy cariñosa, tiene una sonrisa muy bonita, se ve realmente bien. Tiene mucho ángel en el escenario y, por su estrecha relación con los procesos chilenos, creo que traerá un show con muchas canciones relacionadas con Latinoamérica, como Gracias a la vida o Guantanamera".

*Joan Báez toca el viernes 14 y el sábado 15 de marzo en el Teatro Caupolicán, entradas en Ticketek de $ 20.000 a $ 180.000.

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