El ecologista escéptico




Paula 1101. Sábado 4 de agosto de 2012

Autor de un polémico libro que les baja el perfil a preocupaciones políticamente correctas como el calentamiento global y la escasez de recursos naturales, el científico danés Bjørn Lomborg, estuvo en Chile invitado a la segunda Cumbre de Sustentabilidad realizada a principios de julio en Casa Piedra. A su juicio, mucho más urgente es ponerles fin a problemas como la contaminación del agua en Bangladesh.

El calentamiento global no es el fin del mundo; la tierra no se está quedando sin petróleo, carbón ni gas; el hambre se está erradicando: y la contaminación va en bajada. Estas son algunas de las provocadoras afirmaciones que han posicionado al científico danés, Bjørn Lomborg, como uno de los ecologistas más críticos y polémicos del mundo. Todo comenzó en 2001 cuando Lomborg –director del Instituto de Valoración Medioambiental de Dinamarca y académico del Copenhagen Business School– lanzó su libro El ecologista escéptico: midiendo el real estado del mundo. Valiéndose de estadísticas y estudios de organismos como la ONU, la OMS y el Banco Mundial, su tesis cen- tral, que mantiene hasta el día de hoy, era que la alarma encendida por Greenpeace y el Fondo Mundial para la Naturaleza, entre otras agrupaciones ambientalistas no son más que campañas de desinformación o propagan- das ecologistas. "Los grupos ambientalistas aseguran que nos estamos quedando sin energía y recursos naturales, pero hoy en día las personas tienen más alimentos y su calidad de vida es mejor que en cualquier otro momento de la historia", dice.

Si no hay que preocuparse por el calentamiento global o la escasez de petróleo, entonces ¿cuáles son los problemas medioambientales más importantes en estos días?

Tres millones de personas mueren cada año por dos cosas: la contaminación del aire y del agua. En Estados Unidos mueren mil 135 personas al año por mala calidad del aire, cuatro veces más de las que mueren en la carretera. Y este debiera ser el foco ambientalista, pero lamentablemente es algo que no forma parte de las discusiones porque pen- samos que lo ambiental tiene que ver con los osos pandas o los pesticidas. Los pesticidas causan solo 1% de todas las muertes que hay por cáncer y librarse del pesticida sería contraproducente, ya que las frutas y verduras ayudan a prevenir el cáncer. Sin los pesticidas se pondrían más caras y las personas comerían mucho menos.

¿Y el calentamiento global?

No es el fin del mundo: en 150 años el agua del mar aumentó su nivel 30 cm y por supuesto que ahora el aumento es más rápido, pero no es alarmante. En Bangladesh, miles mueren al año por diarrea por tomar agua contaminada. Ese sí que es un problema, solo que el calentamiento global ha tenido mejores relaciones públicas.

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