El liderazgo femenino según Clarisa Hardy

–¿Cuál fue la estadística más impactante con la que te topaste al investigar?

–La tasa de rupturas matrimoniales en las líderes es el doble de la que tiene la población femenina nacional, y el número de hijos es más bajo que el de las mujeres que trabajan. Las mujeres líderes pagan tremendos costos emocionales, personales y familiares para realizar su vocación pública.

–¿Cuál será el último obstáculo para la inserción social de las mujeres?

–Al poder político nos estamos acercando. La igualdad laboral también está más cerca. Pero la violencia conyugal se ha agravado. Muchos varones reaccionan con violencia ante los avances de las mujeres, pues ponen en juego su noción de virilidad. En países donde las mujeres masivamente alcanzan altos cargos en las empresas y llegan a gobernar, el femicidio ha crecido.

–¿Cuándo ganaremos las mujeres igual sueldo que los hombres por el mismo trabajo?

–Cuando lo exijamos nosotras mismas. Si llegamos a tener una mujer presidenta es más posible que eso ocurra en el próximo gobierno, porque ella será el ejemplo. ¿Alguien se imagina que por ser mujer va a ganar menos que un hombre presidente?

–Dos medidas para proteger la maternidad sin dañar el liderazgo femenino.

–1. Que no se permita que las decisiones políticas se adopten fuera del horario laboral. 2. Que se promuevan liderazgos juveniles de ambos sexos, para que las personas en edad fértil necesiten formular medidas que compatibilizen el ejercicio de su liderazgo con la paternidad.

–La frase machista más insólita que has oído.

–Un dirigente me dijo, saliendo de una reunión política: "Yo sabía que eras buenamoza, pero jamás me hubiera imaginado que eras inteligente". O el supuesto elogio que le hizo un varón a una amiga mía cuando la nombraron jefa, "Contigo se puede trabajar, porque eres bien hombrecito para tus cosas".