El secreto de Game of Thrones

La serie de HBO, que comienza su cuarta temporada el 6 de abril, se ha convertido en la primera serie de corte fantástico en batir récords de audiencia. ¿Cómo una producción de este género pudo transformarse en la más vista de la cadena televisiva después de Los Soprano?




Paula 1144. Sábado 29 de marzo de 2014.

La serie de HBO, que comienza su cuarta temporada el 6 de abril, se ha convertido en la primera serie de corte fantástico en batir récords de audiencia. ¿Cómo una producción de este género pudo transformarse en la más vista de la cadena televisiva después de Los Soprano?

El cadáver ensangrentado de una vieja loba del tamaño de una leona, yace a la orilla de un río en un tupido bosque. Bajo su cuerpo seis cachorros aún intentan alimentarse sin éxito. Cuando Lord Stark –el poderoso Señor del reino de Invernalia– los encuentra, decide salvarlos y entregarles un animal a cada uno de sus seis hijos. Así empieza Games of Thrones, la serie fantástica de HBO que cuenta la historia de siete familias que desatan una guerra civil por ocupar el poder de Poniente, un continente ficticio.

La escena que el director Tim van Patten eligió para dar inicio a la serie no es casual: además de ser una referencia al mito fundacional de Roma –donde una loba amamanta a los hermanos Rómulo y Remo– marca la clave del éxito masivo que ha tenido esta serie fantástica: son los guiños a la propia historia europea los que han hecho que por primera vez una producción televisiva de este género haya batido récords de audiencia. Tener 14 millones de telespectadores en la tercera temporada y ser la serie más pirateada de la que se tenga registro –según cifras del sitio de descargas BitTorrent– tienen que ver, finalmente, con que el género fantástico recurre a códigos ya conocidos por el espectador.

Probablemente el hecho histórico que mejor se refleja en este relato de HBO –basado en la inconclusa saga literaria Canción de hielo y fuego, del escritor estadounidense de literatura fantástica George R. R. Martin– es la Guerra de las Rosas, una batalla civil británica que entre 1455 y 1485 enfrentó a la casa de York y a la de Lancaster, desangrando a la corona. El propio Martin ha dicho que estas familias le sirvieron de modelo para idear a los Stark y a los Lannister, las dinastías que precipitan los acontecimientos.

Son los guiños a la historia los que han hecho que por primera vez una serie televisiva de género fantástico bata récords de audiencia, como haber sido vista por 14 millones de telespectadores en su tercera temporada y transformarse en la serie más pirateada de la que se tenga registro, según cifras del sitio de descargas BitTorrent.

La Guardia de la Noche –la orden militar que resguarda el gigantesco muro de hielo que protege la frontera norte de los reinos de Poniente de seres malignos– también tiene un referente histórico: los Templarios, la orden de caballería que en el medioevo se encargó de custodiar los sitios sagrados de la cristiandad. Al igual que estos caballeros, los miembros de la Guardia viven en una comunidad cerrada y con voto de castidad.

Aunque la serie está llena de referencias a la formación de Europa, los autores no se detuvieron allí. El pueblo nómada dothraki, por ejemplo, está basado en los mongoles. De ellos recogen el poderío guerrero y la destreza con los caballos. Para darles identidad, los realizadores encargaron a un lingüista crear el idioma de la tribu –una mezcla de ruso, turco y swahili–, que cuenta con cuatro mil palabras y con fanáticos que lo hablan a la perfección.

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