La camisa blanca llevada al extremo

Para su tradicional desfile anual Métiers D'Art, que este año se realizó en Dallas, la casa Chanel tomó la iconografía del cowboy e indio americano. Dejando de lado toda la espectacularidad de polleras, pantalones y chaquetas, la camisa blanca llevada a los terrenos de la alta costura es lo que queda grabado en la retina.




Paula 1138. Sábado 4 de enero de 2014.

Para su tradicional desfile anual Métiers D'Art, que este año se realizó en Dallas, la casa Chanel tomó la iconografía del cowboy e indio americano. Dejando de lado toda la espectacularidad de polleras, pantalones y chaquetas, la camisa blanca llevada a los terrenos de la alta costura es lo que queda grabado en la retina.

Los desfiles de Métiers D'Art, de Chanel, se realizan una vez al año y rinden homenaje al vestuario de distintas culturas. Chanel ya había tributado a Shangai, Moscú, al Imperio Bizantino, Bombay y Edimburgo. Este año el diseñador y director creativo de la firma, el alemán Karl Lagerfeld, viajó hasta Dallas para mostrar su propia interpretación del mundo cowboy del oeste americano y la visualidad de los indios nativos.

Dallas es una ciudad emocionalmente ligada a la marca francesa. Allí fue asesinado John F. Kennedy hace 40 años, frente a la mirada horrorizada de una Jackie Kennedy vestida con ese emblemático traje rosa Chanel. Pero el propósito era otro y en la capital de Texas el genio de Lagerfeld desplegó una estética hasta el momento prácticamente monopilizada por Ralph Lauren.

El diseñador mostró polleras largas y pantalones con y sin flecos; estampados con formas geométricas y estrellas; el clásico traje de tweed con botas bordadas; mantas con rayas y sombreros cowboys. Sin embargo, si hubiese que elegir una prenda que sintetizara el espíritu de la colección, y de los tiempos que corren a favor del unisex, esa sería la camisa de cuello alto. Blanca, funcional y simple en su origen, Chanel la llevó a los terrenos de la alta costura. De paso, instalándola como una prenda obvia, Lagerfeld recordó sin decir una palabra que alguna vez, en la antigüedad, la camisa blanca no estaba permitida a las mujeres y que recién llegó al clóset femenino en el siglo XIX, durante la época victoriana.

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