La revolución del teatro

En su nuevo libro Historia del teatro en Chile (1941-1990), Juan Andrés Piña cuenta cómo el teatro entró a la modernidad en el país y se convirtió en todo un referente cultural a partir del nacimiento de los teatros universitarios.




Paula 1150. Sábado 21 de junio de 2014.

En su nuevo libro Historia del teatro en Chile (1941-1990), Juan Andrés Piña cuenta cómo el teatro entró a la modernidad en el país y se convirtió en todo un referente cultural a partir del nacimiento de los teatros universitarios.

En 1941, la actriz española Margarita Xirgu realizó una serie de montajes en el Teatro Municipal de Santiago, interpretando obras de García Lorca con actores profesionales y escenografías corpóreas. Las funciones se repletaron porque distaban radicalmente con el teatro chileno de la época, que aún se hacía con telones pintados y un apuntador que soplaba los textos. Esta visita revolucionó a tal punto la escena que, cuando algunos universitarios aficionados la vieron, pensaron: "esto es lo que tenemos que hacer, lo de antes era un simulacro".

Con este hito comienza la monumental revisión de la trayectoria teatral que realiza el crítico y periodista Juan Andrés Piña en su reciente publicación Historia del teatro en Chile (1941-1990), que viene a completar el libro que escribió acerca de los inicios del teatro entre 1890 y 1940. "A través del teatro podemos observar la historia del país. Este trabajo es sobre la renovación del teatro y su entrada en la modernidad. Desde la década del 40 un hecho indiscutible cambió su desarrollo: la creación de los teatros universitarios. Este acontecimiento contribuyó a la formación de una generación de actores, técnicos y dramaturgos, cuya influencia todavía es claramente perceptible", explica el autor.

En casi 900 páginas Piña narra cómo estos jóvenes del Teatro Experimental de la Universidad de Chile o del Teatro de Ensayo de la Universidad Católica cambiaron la cultura chilena al atraer a un público masivo. Por ejemplo, en 1970, antes del estreno de la controversial obra El Evangelio según San Jaime ya se había vendido un mes completo de funciones. "Las obsesiones de este grupo de creadores eran los grandes temas nacionales, tanto las heridas profundas de nuestra historia como la vida cotidiana de las personas", dice Piña.

A este nuevo panorama teatral Camilo Marks, que prologa el libro, lo llama un "milagro", especialmente en la década del 50 y 60 "cuando probablemente tuvimos el mejor teatro sudamericano y, ciertamente, una serie de creaciones dramáticas de nivel mundial", agrega.

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