Literatura perruna

Tras cinco años de investigación, el doctor en Lenguas Bernardo Subercaseaux lanza El mundo de los perros y la literatura: ensayos que no solo dan cuenta de la milenaria relación entre el perro y el hombre, sino de cómo el can, a través de la literatura, también puede tener lenguaje y razón.




Paula 1162. Sábado 6 de diciembre de 2014

Tras cinco años de investigación, el doctor en Lenguas Bernardo Subercaseaux lanza El mundo de los perros y la literatura: ensayos que no solo dan cuenta de la milenaria relación entre el perro y el hombre, sino de cómo el can, a través de la literatura, también puede tener lenguaje y razón.

Bernardo Subercaseaux nunca en su vida tuvo un perro. Los consideraba "una cosa". Sin embargo, le vino una revelación cuando era vicedecano de la Facultad de Filosofía y Humanidades de la Universidad de Chile, en 2008, y se enfrentó a decenas de perros que deambulaban por el campus Juan Gómez Millas; incluso jaurías que mordían a alumnos y profesores. Ante la coyuntura –el enfrentamiento de quienes apoyaban el exterminio versus la tenencia responsable–, Subercaseaux sintió la obligación de interiorizarse y documentarse en el asunto. Ese interés dio pie a una investigación sobre el imaginario canino en la literatura, junto a los investigadores Cristián Montes y Megumi Andrade, que se tradujo en el recién lanzado libro El mundo de los perros y la literatura (Ediciones UDP).

El texto se compone de 10 ensayos que recorren la obra de Miguel de Cervantes, Jack London, Thomas Mann, Virginia Woolf y Fernando Vallejo, entre otros, indagando específicamente en su acercamiento y representación del tema perruno: el lector es capaz de identificar caninos pensantes, dialogantes y hasta narradores. En este libro subyace el cuestionamiento a la visión antropocéntrica. La creencia de que el hombre es la única especie capaz de sentir emociones y razonar tambalea fuertemente en la literatura. Aquí todo es posible. Un volumen imprescindible para quienes suscriben el "giro animal" que se ha dado en la filosofía contemporánea, donde lo humano se construye desde la noción misma de la animalidad.

Perros y libros

El Coloquio, de Miguel De Cervantes: pionero en la literatura perruna propiamente tal. En esta picaresca obra los perros Cipión y Berganza, hablan y narran con sapiencia y humor.

Flush, de Virginia Woolf: la obra cuenta una etapa de la vida de la poetisa Elizabeth Barrett Browning, pero narrada por Flush, el cocker spaniel de Miss Barret. Más que una biografía es una perrografía, como el mismo Subercaseaux bautiza.

El hombre que amaba a los perros, de Leonardo Padura: el texto da cuenta de la devoción por los borzoi, o galgos rusos, que unían tanto a la víctima como al victimario en la historia de León Trotski con su asesino Ramón Mercader. Aquí, el elemento perruno funciona como un amarre ficticio que aglutina la novela.

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