Lo nuevo de César Aira

El prolífico maestro argentino de la novela corta -ha escrito más de 60, y sigue produciendo sin parar- acaba de publicar en Chile un magnífico libro de ensayos, Continuación de ideas diversas. Pronto aparecerán, además, dos nuevas obras suyas de ficción: Los fantasmas (Random House) y Actos de caridad (Hueders). A buena hora: siempre es estimulante refrescarse con él.




Paula 1141. Sábado 15 de febrero de 2014.

El prolífico maestro argentino de la novela corta -ha escrito más de 60, y sigue produciendo sin parar- acaba de publicar en Chile un magnífico libro de ensayos, Continuación de ideas diversas. Pronto aparecerán, además, dos nuevas obras suyas de ficción: Los fantasmas (Random House) y Actos de caridad (Hueders). A buena hora: siempre es estimulante refrescarse con él.

En uno de los textos de Continuación de ideas diversas (Ediciones UDP), César Aira (1949) dice que se siente completamente ajeno a las discusiones sobre la calidad, variedad y procedencia del whisky. A él lo que le interesa de ese alcohol son sus efectos: la despreocupación, la desinhibición, el sueño. Y dice que le ocurre lo mismo con la literatura: más allá de valorar las gracias del estilo y de la técnica, lo que lo seduce en un autor son sus efectos, el resultado de "mil calidades sutilmente conectadas". La consideración es totalmente cierta y adecuada para leerlo a él, un escritor que construye a través de la libertad y la sorpresa, sin que le importe nada más que producir el mismo efecto en el lector: la liberación y la curiosidad, la suspensión total de lo conocido para adentrarse en tramas de invención sin fin, en escenarios que se arman y desarman, en ideas que parecen surgir del azar pero se fijan con la precisión de un dibujo tallado. La clave para adentrarse a los mundos de Aira es dejarse llevar en caída libre y estar muy atento a los vaivenes del vuelo.

Ya canónico en la literatura argentina por sus innumerables novelas cortas, que produce a un ritmo sostenido (al menos cuatro al año) y publica en editoriales diversas de varios países, no extraña que coincidan pronto en librerías dos de ellas: Los fantasmas (Random House), relato sobre un edificio nuevo en Buenos Aires donde se reúnen los nuevos propietarios con los espectros del viejo lugar, y Actos de caridad (Hueders), sobre un sacerdote que construye una casa demencial en un barrio pobre en vez de beneficiar a su parroquia. Tampoco es extraña la coincidencia arquitectónica en la trama de ambos libros: los textos de Aira están llenos de pisos, de habitaciones, de capas de trabajo que se articulan como los espacios del sueño hasta confirmar armazones sólidas y palpables.

Los textos de Aira están llenos de pisos, de habitaciones, de capas de trabajo que se articulan como los espacios del sueño hasta confirmar armazones sólidas y palpables. La clave para adentrarse en su mundo es dejarse llevar en caída libre y estar muy atento a los vaivenes del vuelo.

Lo que sí es más extraordinario es este nuevo libro de ensayos, o de fragmentos de pensamiento, pues aunque Aira ha escrito numerosos textos críticos, además de haber sido traductor y profesor, es un autor inundado por la ficción. Ahora ofrece generosa aunque brevemente -apenas son 80 páginas- sus prodigiosos devaneos mentales. Va pensando sobre la literatura y sobre las posibilidades de la creación a partir de anécdotas de amigos o de la historia, de su propia experiencia, desde la lectura hasta la intuición, y logra una exploración detallada, aunque por cierto fragmentaria y, por supuesto, sorpresiva y libre, sobre los mecanismos, poderes y secretos de la sique, de las formas en que él piensa y nos hace pensar.

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