Margo Glantz: La erudición y la frivolidad

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La escritora mexicana de 85 años, autora de Las genealogías y Saña, es la primera mujer que obtiene el Premio Iberoamericano de Narrativa Manuel Rojas, que recibirá esta semana en Santiago. Viajera, tuitera, experta en sor Juana Inés de la Cruz, reconoce sin complejos que adora la ropa y los zapatos.




Paula 1188. Sábado 5 de diciembre de 2015.

La escritora mexicana de 85 años, autora de Las genealogías y Saña, es la primera mujer que obtiene el Premio Iberoamericano de Narrativa Manuel Rojas, que recibirá esta semana en Santiago. Viajera, tuitera, experta en sor Juana Inés de la Cruz, reconoce sin complejos que adora la ropa y los zapatos.

Es una mujer peculiar: hija de inmigrantes rusos judíos, fue toda la vida profesora de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y recién pasados los 40 empezó a escribir novelas: las genealogías, la historia ficcionada de su vida, la confirmó como una autora potente. Ha escrito veinte libros y recibido la misma cantidad de premios; el más reciente y que la trae a Chile a recibirlo, el Premio Iberoamericano de Narrativa Manuel Rojas. Entre sus últimos libros están Saña e Historia de una mujer que caminó por la vida con zapatos de diseñador, donde da cuenta de su debilidad por la ropa.

Tus padres hablaban en ruso, pero tú no, y dices haber entendido la cultura de tu casa leyendo a sus grandes escritores.

Ser de origen ucraniano marcó mi vida. Oír hablar idiomas que no comprendía, comer de manera diferente, ir a la sinagoga, saber de los paisajes y los cambios de clima –inviernos nevados, veranos tórridos– que no hay en México y que mi padre evocaba en su poesía, todo eso dejó huella en mí. Quisiera haber leído a Dostoievski, Gógol, Tolstói, Chéjov en ruso y no en traducciones.

Te casaste con un no judío. ¿Con cuánta libertad y seriedad te has tomado la herencia?

Soy una judía curiosa, me siento completamente mexicana y judía; no puedo separar las dos cosas. Sin embargo, soy muy asimilada, no soy religiosa, pero me encanta la Biblia. Casi no frecuento a personas de mi comunidad, pero leo a muchos autores de origen judío como Spinoza, Herta Müller, Franz Kafka y Georges Perec.

Eres erudita de sor Juana Inés de la Cruz. ¿Qué es lo esencial en ella?

Es una de las escritoras más extraordinarias que ha dado el mundo. Inteligentísima, renovadora del idioma y de la poesía de su época. Graciosa, bella, amada y perseguida, autora de uno de los más importantes poemas que se han escrito: Primero sueño.

Tu alter ego en la ficción se llama Nora García, la mezcla perfecta de erudición y frivolidad. ¿Cómo sigue el personaje?

Nora García me sirve como telón de fondo: en ella reflejo y disfrazo muchas cosas. Quisiera seguir viviendo como he vivido hasta ahora: escribiendo, viajando, tuiteando, teniendo amigos y, sobre todo, esperaría ver crecer a mis nietos más pequeños.

Tu padre fue zapatero y has dicho que la moda es una de las cosas más importantes del mundo contemporáneo...

La moda me interesa como una de las manifestaciones más importantes de la cultura actual, como una imposición y también como algo bello, un arte. Me gusta mucho vestirme y calzarme bien; me sube la moral.

¿Qué prendas de tu guardarropas son las más preciadas?

Me gustan todas: las alhajas, los trajes; tengo demasiadas cosas y nunca tiro, es un horror. Tengo unos zapatos de Ferragamo que me regaló una amiga muy querida cuando cumplí 80 años.

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