Semana de titiriteros

Hábiles manipuladores y sus muñecos, provenientes de siete países, se encuentran en Santiago presentando imperdibles funciones en tres teatros, como parte del segundo festival La Rebelión de los Muñecos. El invitado estelar es el virtuoso marionetista Phillip Huber, conocido por su participación en la película ¿Quieres ser John Malkovich?




Hábiles manipuladores y sus muñecos, provenientes de siete países, se encuentran en Santiago presentando imperdibles funciones en tres teatros, como parte del segundo festival La Rebelión de los Muñecos. El invitado estelar es el virtuoso marionetista Phillip Huber, conocido por su participación en la película ¿Quieres ser John Malkovich? Dos obras de Alejandro Jodorowsky

La compañía belga Point Zero es una compañía de actores que se vio en la necesidad de usar muñecos tamaño natural para llevar a escena a los esperpénticos personajes de L'École des Ventriloques, una obra del chileno Alejandro Jodorowsky sobre una escuela de ventrílocuos donde las marionetas hacen su ley. Tal fue el entusiasmo que sintió Jodorowsky al ver el montaje, que les regaló un texto inédito, Trois Vieilles, una historia sobre una empleada de cien años y dos aristócratas arruinadas de ochenta y tantos, que aún sueñan con el príncipe encantado. Las tres viejas son representados por muñecas que se amarran a la cintura del actor, que usa su cuerpo para darles movimiento. Ambas obras, han estado de gira desde 2009. -Trois vieilles: el 23 de mayo, el 1 y 2 de junio en Anfiteatro del Museo de Bellas Artes. -L'École des ventriloques:24 y 25 de mayo en Teatro Nescafé de Las Artes.

Hasta el 3 de junio dura el Festival La rebelión de los muñecos que lidera Jaime Lorca de la compañía Viajeinmóvil, que a su vez está presentando las obras Gulliver y La Polar. Programa completo del festival en www.viajeinmovil.cl

Los hilos de Huber De sus muñecos de madera se ha llegado a decir que respiran, de tan reales y expresivos que resultan. A Phillip Huber, el marionetista más importante de Estados Unidos, le toma 400 horas gestar una marioneta, –la que nace del trabajo de sus propias manos–, y varios años conseguir mover sus hilos, con la sorprendente naturalidad con que logra hacerlo

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