Un tema para cada situación

Música para inyectarse a la vena, con la dosis justa de adrenalina, melancolía o lo que se necesite para reconfortar el espíritu frente a distintas circunstancias.




Paula 1102. Sábado 18 de agosto 2012.

Música para el vuelito (para alguien que viene bajando en bici después de haber pedaleado horas cuesta arriba).

On the water, de The Walkmen: "Una vez alcanzada la meta propuesta, llega el hermoso

momento de bajar la intensidad a la música y al pedaleo. Encarar el viento, soltarse el pelo y sentir que se ha ganado un premio. Con esta canción, uno se siente como la

protagonista de un video que fue diseñado exclusivamente para uno. Una melodía hecha de aire, perfecta para caer sin caerse".

Para la primera cita, mientras se espera acompañada de un

vinito.

Tema: One step ahead.

Intérprete: Aretha Franklin.

"El nervio de sentir que el corazón tiene una segunda oportunidad para enamorarse, es tremendo. Estás en casa, arreglada desde las siete de la tarde, para una cita

que recién comenzará en dos horas más. ¿Cómo musicalizar la espera? Con una canción que ecualice el miedo y la esperanza. Un vino en la mano y Aretha en los oídos".

Un tipo, o una tipa que teme volar y, sentado en el avión, pone

play para sacudirse el miedo.

Lovely day, de Bill Withers: "Todavía existimos quienes le tememos a volar. A despegar los pies de la tierra. Para aplacar las turbinas, nada mejor que una buena dosis de Bill Withers: un bueno de alma que ejerce una fuerza centrípeta en el corazón. Lovely day es un mantra a repetir hasta sacudirse el temor".

Para alguien que se ha enterado que su ex tiene pareja nueva.

Samba de Bêncâo, de Vinicius de Moraes: "Puede que pongas el random de tu iPod y no cese la avalancha de canciones con títulos como Estoy llorando o Now you're gone, pero

es mejor ir directamente a Vinicius, sacar la cabeza por la ventana y gritar: "É melhor ser alegre que ser triste / Alegria é a melhor coisa que existe". Todo pasa. Nada queda.

Después de pasar una vergüenza épica en la calle...

La banda sonora de The Party, de Henry Mancini: "Quién no ha aterrizado de rodillas en medio de la calle y se ha puesto de pie, sangrando, como si nada hubiese

pasado. ¿Y quién sino Peter Sellers cayéndose durante toda su filmografía para decirte que da lo mismo? Henry Mancini, su adalid musical, es un comodín para

tomárselo con humor".

Para imaginarse en otra latitud, desde la micro.

Time is the enemy, de Quantic: "En la micro, desde la ventana ves que ya es de noche y llueve. Busca Time is the enemy en tu reproductor musical. Ahora oprime REPETIR

hasta el infinito y siente cómo el paseo se vuelve leve. Las largas horas para llegar a casa se transforman en la oportunidad para imaginarte viajando".

Alguien que tiene que tomar la decisión de ser feliz.

Lovely, de Noel Zancanella: "Si un ser humano es capaz de hacer una canción tan bonita es porque la vida es buena. Esta melodía pertenece al botiquín de canciones

para encontrar la felicidad, que a veces nos hace el quite".

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