Nuevos ingredientes beauty que debes conocer

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Cada tratamiento de belleza posee diferentes componentes que ejercen una función específica en nuestra piel. La cosmetóloga y directora del centro de estética Medsthetik, Mónica Böhmer, nos resume los cinco que son tendencia este 2019.




VITAMINA C O ÁCIDO ASCÓRBICO EN ALTO PORCENTAJE, 21,5% y 20%

Es considerada como uno de los antioxidantes más poderosos y usada en la cosmética desde hace un tiempo. Las cremas o serums más efectivos, hasta hace unos años, poseían una concentración de L-ascórbico de entre 10% y 20%. Ahora se elevan hasta un 21,5%, potenciando aun más su absorción percutánea y reforzando su poderoso efecto antioxidante. La vitamina C previene el daño en el ADN de las células, expuestas a los radicales libres y a los rayos solares; también estimula la producción de colágeno, proteína que disminuye con el paso de los años. Además despigmenta y al mismo tiempo da luminosidad, empareja el tono, trabaja las líneas de expresión y minimiza el enrojecimiento.

POLIFENOLES

Se trata de compuestos bioactivos que poseen capacidades antioxidantes, antiinflamatorias y antimicrobianas. "Los polifenoles abarcan decenas de vegetales que son ricos en antioxidantes. Todos estos tienen propiedades antienvejecimiento, ideales para pieles que han estado expuestas a los rayos solares", especifica Mónica. Además, los polifenoles protegen la calidad y la cantidad de las sustancias fundamentales de la piel como el ácido hialurónico, la elastina y el colágeno.

¡También los puedes comer!

Mientras más procesado sea un alimento, este tendrá una menor cantidad de polifenoles. Generalmente dan un sabor amargo y se encuentran en una amplia variedad de verduras, frutas, hierbas y especias. Encuéntralos en los arándanos, la granada, frambuesas y uvas de color rojo. Otras buenas fuentes de polifenoles son el vino tinto, cacao, trigo sarraceno, el aceite de oliva y especias como el comino y la cúrcuma.

ESCUALENO

El escualeno está presente en todas las células del cuerpo y es un componente fundamental de sus membranas. Pero destaca su presencia en la piel: el sebo concentra un 12% de escualeno. Es un hidrocarburo poliinsaturado acíclico cuya estructura molecular se asemeja a la de la vitamina E. Se caracteriza por ser un gran antioxidante, fortalecer nuestro sistema inmune y reducir el colesterol malo (LDL). "También puede extraerse de la oliva o el germen de trigo. Es ideal para la época de frío ya que hidrata y protege la piel de los cambios de temperatura. Especial para pieles con dermatitis, eczema o grietas, también para pieles deshidratadas y muy sensibles debido a que suaviza las líneas de expresión y retiene la humedad, ideal para pieles secas. En cutis grasos, el escualeno ayuda a conseguir un equilibrio", enumera Mónica.

ÁCIDO LINOLEICO O TAMBIÉN LLAMADO 'VITAMINA F'

Técnicamente no se trata de una vitamina como tal, sino que un conjunto de ácidos grasos poliinsaturados. "El ácido linoleico pertenece al grupo de los ácidos omega 6 y corresponde al ácido graso poliinsaturado más abundante de la piel. Por esta razón, aplicar productos con vitamina F ayuda a restaurar la barrera natural de la piel", explica la cosmetóloga Mónica Böhmer. Gracias al aporte de ácidos grasos insaturados esenciales se logra que las células de la epidermis se regeneren, favoreciendo una mayor cohesión de esta barrera y protección de la piel. La 'vitamina F' es componente esencial para su formación que atenúa la formación de arrugas y manchas.

ÁCIDO MANDÉLICO

Es el nuevo ingrediente de los ácidos exfoliantes. Su nombre deriva de la palabra alemana 'mandel', que significa 'almendra' (ya que se extrae de la almendra amarga). "Debido a que la molécula es más grande en su estructura y es diferente a la de otros ácidos (como el ácido láctico y el glicólico) se absorbe más lentamente en la piel, actuando solamente en su superficie y, por lo tanto, no genera irritación. Esto lo hace ideal para tratamientos en pieles sensibles", explica la cosmetóloga. Posee, al mismo tiempo, propiedades humectantes y exfoliantes por lo que favorece la eliminación de las capas superficiales de queratinocitos de la epidermis y, al mismo tiempo, activa la regeneración de dicho epitelio. Se utiliza en sérums, cremas o peelings incluso durante el verano, ya que no provoca irritaciones. Tiene además una acción despigmentante, al inhibir la producción de melanina.

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