Sostenedoras de la vida

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Que una mujer cuide a su madre enferma, no es nuevo. Que renuncie a su trabajo para criar a sus hijos, tampoco. Ese amor de renuncias y entregas, que se cansa hasta las lágrimas y que muchas veces sufre de injusticias y precariedad, es un amor que nos brota a las mujeres. Amor que no nos permite indiferencia.

Me alegra vivir en estos años y poder decir y exigir que se ponga orden y ley a estas labores, que nos desgastan y que nos sitúan en un rol invisible y mezquino, como si fuéramos las únicas responsables de cuidar a otro. No deberíamos serlo. En ningún ámbito. Ni en lo doméstico, ni en lo familiar, ni tampoco en el cuidado de nuestro planeta.

Madre Tierra también le dicen, y es que de madre tiene todo: es cobijo, alimento y hogar. Da y sostiene vida. Como una madre, la Tierra nos alimenta y como malos hijos, no le damos ni las gracias.

Últimamente me ha llamado mucho la atención la cantidad de mujeres vinculadas al activismo y a la sustentabilidad alrededor del mundo. Al leer un poco, supe que fue en los años 70 cuando se masificó la idea que considera que la dominación y explotación de las mujeres y la dominación y explotación de la naturaleza tienen un origen común en la cultura patriarcal.

Es así como muchas mujeres somos capaces de identificarnos con la Tierra. Podemos ver su sufrimiento, su rol vital, el que también permanece invisible. Varias tomamos conciencia, consumimos menos, reflexionamos, enseñamos a otros a cuidarla. Con esto no quiero decir que los hombres no hagan acciones ecológicas, como tampoco que todas las mujeres tengan conciencia ambiental. Pero la bibliografía existente muestra a un gran número de mujeres como protagonistas de los cambios fundamentales.

Cuando Rachel Carson publicó Primavera Silenciosa en 1962 (libro en donde advierte de las terribles consecuencias del uso de pesticidas) fue tildada de loca y fantaseosa. Tiempo después, el Departamento de Agricultura de Estados Unidos aceptó revisar su política de pesticidas, prohibiendo el uso del insecticida DDT. Su libro se convirtió más tarde en una de las primeras publicaciones que tocan el tema del impacto ambiental.

Alexandria Ocasio-Cortez, parlamentaria Estadounidense, ha sido una de las voces más vehementes sobre la necesidad de dar soluciones urgentes a los problemas medioambientales, los que "no son un problema de elite, sino que de calidad de vida", dice. Su discurso en el Congreso de Estados Unidos en marzo pasado, me impacta y emociona cada vez que lo escucho.

Y para qué hablar de Greta Thunberg, que cada viernes nos recuerda que el tiempo se acaba y que debemos hacer algo ya. No nos acostumbremos a verla con su cartel, sus trenzas y encontrarla tierna, como si la lucha fuera de ella sola. Admirémosla por su constancia. Y despertemos. Yo nunca he visto a nadie igual.

Y así más mujeres, en lo público y lo privado. Levantándose en tareas vitales, fundamentales y necesarias. Tareas que muchos otros, no quieren hacer.

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