Restoranes de hotel

Una atractiva alianza parece estar devolviendo a los chefs a las cocinas de los hoteles cinco estrellas.




De vuelta al hotel

En los últimos seis meses en Santiago han abierto por lo menos tres restoranes dentro de hoteles: Zafrán, en el Radisson Petra La Dehesa, el japonés Temple dentro del hotel Intercontinental, en Vitacura, y por estos días, el italo-argentino Piégari, en el debutante cinco estrellas Noi, de calle Nueva Costanera. Una alianza gastrohotelera que vuelve a tomar vuelo, luego de que en los noventa muchos chefs se enfocaran en montar sus propias apuestas, poblando las calles de Santiago de restoranes de autor, como el C, de Christopher Carpentier, o el Emilio, del chef peruano Emilio Peschiera. La tendencia la confirma el chef francés Franck Dieudonné, asesor de Radisson Chile que bien sabe del tema: "Se está rompiendo la idea de que comer en hoteles es caro, porque la hotelería está comprendiendo que sus restoranes no pueden vivir solamente de sus huéspedes y deben hacerlos más accesibles", afirma. Como claro símbolo de este esfuerzo por atraer comensales, Dieudonné hace hincapié en un ilustrativo detalle: para ingresar al restorán de un hotel, antes uno tenía que entrar al edificio, en cambio hoy su puerta es independiente y da hacia la calle.

El aterrizaje de Piegari

Famoso y aplaudido en Buenos Aires, el restorán de comida italiana Piegari, lleva 16 años cosechando halagos en el barrio de La Recoleta, tiempo en el que también ha construido una particular relación con Chile: entre su listado de comensales preferenciales hay tres mil clientes chilenos. Con ese respaldo aterrizó en Chile, en la planta baja y subsuelo de Noi, el nuevo hotel cinco estrellas que acaba de abrir sus puertas en Vitacura. Si bien la versión trasandina la dirigió por años el chef Carlos Piegari –hoy fallecido–, en Chile la cocina del restorán no tiene un jefe visible, sino que la conduce el mismo equipo de cocineros argentinos que trabaja en Buenos Aires y que viaja dividido por turnos a Santiago para brindar el mismo servicio. En su carta hay preparaciones italianas simples y abundantes, hechas con ingredientes frescos, de primera calidad. Con ellos elaboran algunos de los platos que han hecho famoso al restorán en Argentina, como la entrada de prosciutto y mozzarella de búfala, acompañada de tomates secos ($ 5.600) o las cuerdas de guitarra ($ 9.900), un enorme plato de spaghetti con salsa pomodoro y queso parmesano, aliñado con aceite de oliva y toques de ajo. Nueva Costanera 2324, fono 354 3456.

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