Decreto 67: Por una educación inclusiva

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Hace pocos días se comenzó a implementar el nuevo decreto educativo que norma la evaluación, calificación y promoción de los estudiantes en establecimientos educacionales reconocidos por el Estado: el Decreto 67/2018, que se enmarca en La Ley General de Educación, una normativa que tiene por objetivo la inclusión en el proceso de aprendizaje y el derecho de educación para todos. Esta pondrá énfasis en la gestión pedagógica y en el contexto sicosocial de los alumnos.

Bernardo González, académico del Departamento de Estudios Pedagógicos de la Facultad de Filosofía y Humanidades de la Universidad de Chile, señala que este decreto busca "resguardar el derecho humano a la educación y avanzar en la inclusión educativa, haciéndose cargo de la diversidad de las formas y tiempos de aprendizaje. Además, impulsará valores como solidaridad, diálogo, autoestima y especialmente, valoración de la diversidad. Todo esto dependerá de cómo lo implementen los colegios y de cómo oriente y acompañe el Ministerio de Educación", dice.

Para avanzar en el derecho de educación e inclusión para todos, el decreto normará dos procesos escolares fundamentales: la repitencia y la eximición de los alumnos. Temas que han despertado algunas dudas en los padres y alumnos, quienes todavía no tienen claridad de cómo se implementará. Carla Olivares, Magíster en Didáctica de las Ciencias y especialista en temas de educación de la UMCE, resuelve las principales preguntas

¿Cuáles son los grandes cambios que implementa este nuevo decreto?

Algunos de los grandes avances son la reducción de la repitencia mediante el acompañamiento y monitoreo de los estudiantes; la transparencia -de forma obligatoria- de los tiempos y procesos de evaluación y calificación; la flexibilidad en las maneras de evaluar y la coherencia en la planificación; la flexibilización de los criterios de evaluación y promoción de estudiantes en situaciones especiales; el establecimiento de criterios de acompañamiento para evitar la deserción escolar; la eliminación de la eximición, promoviendo así un aula inclusiva y diversa. Además, es importante considerar que todos los aspectos normativos específicos operan en la lógica de la escuela ordenada, organizada y empoderada a través de consejos escolares, cuyas instancias pueden ser informativas y resolutivas -dependiendo del caso- y siempre con el fin de proter el derecho de los estudiantes en sus diferentes expresiones.

¿Cómo se regulará la repitencia?

El proceso está centrado en el monitoreo de los estudiantes, es decir, deben existir las evidencias oportunas para tomar las decisiones adecuadas. Esta regulación dependerá de los consejos escolares resolutivos, de las formas de acompañamiento definidas, de los antecedentes académicos, socioemocionales y económicos de los estudiantes, entre otros aspectos de gestión pedagógica escolar.

También desaparece la eximición con este decreto.

Sí, no habrá eximición. Ello, porque si un estudiante no puede rendir como sus pares en un proceso evaluativo, el profesor -con el profundo conocimiento de su área, sus habilidades y apoyado en sus equipos especializados (u otros recursos dependiendo del tipo de escuela)-, debe proponerle formas para que pueda aprender en clases y evaluarlo sin discriminar o negar el acceso a esta.

¿Por qué se dice que la nueva normativa sobre eximición ayudará a la inclusión?

Básicamente porque ahora un profesor puede decirle, por ejemplo, a un estudiante con alguna discapacidad física que no puede aprender en la asignatura de educación física y salud. La idea es que el profesor logre modelar los objetivos del currículum para que el alumno sí se eduque. Muchas veces las limitaciones físicas han sido un catalizador para negar el acceso a ciertos estudiantes. Lo ejemplifico con la siguiente pregunta: si tienes baja visión o ceguera, ¿significa que no eres apto para aprender? Esto suma un fuerte desafío, pues pocas casas de estudio preparan a sus estudiantes en aspectos asociados a inclusión y educación especial, además de sus especialidades. Es por esto que es un tema a trabajar de forma colaborativa, en especial con los educadores diferenciales que apoyan los procesos en las aulas de las escuelas.

¿Qué nuevos desafíos tienen alumnos, profesores y padres?

Creo que muchos, desde la capacidad de organizarse de forma efectiva por parte de las escuelas, la gestión de los docentes, el apoyo de los padres y apoderados, hasta la gestión de los equipos directivos y la formación inicial docente con la que cuentan los futuros profesores de Chile. Quedan muchas tareas pendientes.

¿En qué valores humanos se espera avanzar con este decreto?

En la inclusión escolar, con los límites que tiene la escuela regular. Además, promueve la autonomía en las decisiones y el despliegue de las herramientas profesionales de los docentes a la hora de tomar decisiones.

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