Tiempo de encierro, tiempo de juego




Hemos pasado a la fase cuatro del Coronavirus y sin querer nuestras libertades han comenzado a ser restringidas en protección de nuestras vidas. En esta nueva realidad, sacada de una película de ficción, nuestros niños deben estar en casa sin salir y con todos los cuidados anunciados por la autoridad. Así, durante por lo menos dos semanas, debemos explicarles, con amor, la razón de su encierro y aprovechar este tiempo para jugar más con ellos.

Milena Arce, educadora diferencial y Jefa de UTP (Unidad Técnico Pedagógica) de la Escuela Violeta Parra de Viña del Mar, señala que tenemos que hablarles de manera amigable y sin alertarlos sobre lo que sucede a nivel mundial, las prevenciones que debemos tomar frente a una enfermedad y hacerlos partícipes de esta instancia como una experiencia de aprendizaje casual. Esto nos permitirá reforzar hábitos, rutinas de aseo y a su vez enseñarles a aprovechar de manera significativa los momentos de ocio y tiempo libre", sugiere.

Por estos días muchos padres han tenido la posibilidad de trabajar remotamente, teniendo que optimizar su tiempo entre el trabajo y sus hijos. Al estar la familia en el hogar inevitablemente los pequeños demandan dedicación y espacio para ellos. "Que sus padres estén más horas en casa es una experiencia que nuestros hijos desean constantemente", dice Milena, quien entrega algunos consejos para organizar el tiempo juntos sin que sea un estrés.

1) Preguntarles a nuestros hijas o hijos qué les gustaría hacer.

2) Establecer de manera conjunta un horario de actividades diarias, como, por ejemplo, tiempos para ver televisión, para jugar y reforzar la parte educativa sugerida por los docentes a cargo del nivel.

3) Aprovechar algunas rutinas de la casa como instancias de aprendizajes, como por ejemplo fomentar el cuidado de nuestro medioambiente con la preocupación del cuidado de plantas, mascotas y la mantención de espacios de uso común limpios y ordenados.

4) Desarrollar juegos en los que potenciemos habilidades ejecutivas, cognitivas y sociales, esto es: planificar y/o ayudar a organizar una tarea, jugar a juegos de mesa y establecer instancias de diálogos familiares que permitan el debate y la expresión de ideas, molestias o dudas.

5) Dejar un horario para que los niños o niñas se comuniquen con sus compañeros a través de videollamadas. Este recurso les permite conocer que las realidades de sus pares son muy cercanas a las suyas y no son los únicos que están en casa con limitaciones para poder salir al cine, ir a cualquier tipo de evento masivo o simplemente visitar y jugar con sus amigos del pasaje, barrio o colegio.

6) Sacar los juguetes que muchas veces clasificamos en cajas para que nuestros hijos exploren y nos entretengan con historias asombrosas de su linda imaginación.

Guía de juegos para padres e hijos

En este período de aislamiento social, y donde se nos da la oportunidad de encontrarnos con nuestra familia en la intimidad de nuestra casa, no olvidemos que tal y como el idioma de los adultos es la palabra, el idioma de los niños es el juego. "El juego es la mejor herramienta que tenemos para encontrarnos padres e hijos y que a través de él nos muestren cómo entienden el mundo. Tenemos la oportunidad de compartir con ellos y de disfrutarlos tal y como son, desde el lenguaje que conocen", explica Carolina Harris, sicóloga y terapeuta Theraplay.

Para muchos, convivir en familia encerrados es un gran desafío que implica nuevas reglas e ideas creativas para sobrevivir a este periodo. Jugar juegos de mesa, hacer rompecabezas, ver películas, dibujar y pintar son algunas de las actividades más comunes que hacemos con los niños, sin embargo, las ideas se nos agotan. "Creo firmemente que jugar tiene que ver con una disposición a vincularnos, más que con actividades demasiado elaboradas. Tiene que ver con agarrar cualquier cosa de la casa y darle un nuevo significado", expresa Carolina, quien entrega una completa guía de juegos para estos días.

Experimentos para entender mejor el Coronavirus y la importancia de las medidas de higiene

Estos juegos se recomiendan para pequeños curiosos que quieren aprender desde actividades concretas y no demuestran un temor desmedido por contagiarse.

Actividad con pimienta: llenar un bol con agua y echa algo de pimienta. Ponte un poco de jabón en el dedo y mételo al agua. Notarás como la pimienta, al igual que los gérmenes, se alejan del jabón.

El juego de la escarcha: poner escarcha, harina o talco en las manos del niño. Que el niño toque su cara y algunas superficies para demostrar cómo los gérmenes se esparcen cuando tenemos las manos sucias y cómo desaparecen una vez que hemos lavado las manos.

Cubre tu boca: llenar una botella con dosificador en spray con agua y colorantes comestibles. (también puede ser con jugo en polvo de un color fuerte). Luego juguemos a estornudar o toser mientras rociamos el agua en un pedazo de papel. Con esto inculcamos la importancia de toser o estornudar en el brazo para no esparcir los gérmenes.

Saludos entretenidos: inventar saludos a un metro de distancia, sin tocarse la cara o las manos. Se pueden usar pies, codos, caderas y otras partes del cuerpo. El desafío es agregar cada vez más movimientos y partes del cuerpo y recordar la coreografía.

Actividades para recrearse

Burbujas caseras: este juego ayuda a los niños a relajarse y regular la intensidad de movimiento. Debe hacerse con niños que no estén potencialmente contagiados.

Mezcla 1 taza de agua, 2 cucharadas de detergente líquido, 1 cucharada de jabón de glicerina, 1 cucharada de azúcar. Busca una botella de 500ml o menos y córtala por la mitad. Por la boca de la botella soplamos y por la parte cortada saldrán burbujas para jugar.

Frasco para el aburrimiento: en un frasco de la casa escribir papeles que contengan muchas actividades para realizar en momentos de aburrimiento o cuando el día se pueda volver muy monótono. Las actividades deben contemplar desafíos acorde a cada edad y pueden ser también propuestas por ellos.

Escondidas: este juego puede ayudar a niños que se estén sintiendo más inseguros o demandantes cuando no pueden ver a sus padres. Practicar primero con escondites simples y contando pocos segundos para ir complejizando cada vez más.

Lanzamiento: de calcetines, peluches, y cualquier otro objeto que no cause daño, a una olla como si fuera un aro de básquetbol. Si los niños son más grandes, podemos poner de distintos tamaños y a diferentes distancias con distintos puntajes.

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