De la colmena al hogar: cuatro Datos Paula en torno a las abejas




1. Miel austral en el bolsillo

En la localidad rural de Pureo, en la comuna de Queilén —ubicada a 60 km. al sur de Castro, Chiloé— se produce la miel de La Obrera y el Zángano, emprendimiento que nació hace casi dos décadas. “Aquí llueve entre nueve y diez meses al año, e igual así tenemos las abejas vivas y adaptadas a este clima, que es muy adverso para hacer apicultura”, cuenta Cristina Miranda, quien junto Guillermo Cuevas dirige esta pequeña empresa. Ambos llegaron a este rubro luego de haberse dedicado a la pesca artesanal por años. Tras varias crisis económicas, decidieron apostar por un giro y comprar un cajón de abejas. Hoy abastecen a varias tiendas a lo largo de Chile y recientemente participaron en la edición del Festival Ñam. “Fue un orgullo porque dentro de todos los mieleros que habían, nosotros éramos los más australes. Se sabe que mientras más al sur, mejor calidad. Nos fue bien porque el cliente valora esta miel libre de químicos y de bosque nativo”, dice Cristina.

Algo que los distingue de otros apicultores es su formato de miel en sachets que lanzaron pensando que los deportistas, por ejemplo quienes hacen trekking, lo puedan transportar en el bolsillo y les resulte útil como inyección de energía, o también para que los niños lo lleven de colación a las escuelas. Ofrecen tres versiones: una que es pura miel; otra que es miel fortificada con polen —que es recolectado por las mismas abejas y estimula el sistema inmunológico— y otro fortificado con avellanas tostadas y molidas, que son ricas en omega 6. También ofrecen miel virgen: un trozo de panal sellado al vacío. “Es como que yo te invitara al campo a comer miel directo del cajón. Contiene miel, cera, polen, propóleos y todos los componentes de la colmena”, dice Cristina.

Productos disponibles en tiendas Mundo Rural de Escuela Militar (Av. Apoquindo 4400, local 3) y La Moneda (Centro Cultural La Moneda, Plaza de la Ciudadanía 26).

https://www.instagram.com/obrera_y_zangano/

2. Bombillas de vidrio para preservar los océanos y las abejas nativas

El uso de una bombilla plástica tiene una duración promedio de entre 10 y 20 minutos. Luego de esa breve vida útil, estas suelen ir a dar al mar. De hecho, un estudio de la organización estadounidense Ocean Conservancy, reveló que es el quinto objeto más recolectado en los océanos. Además, son especialmente peligrosas para la fauna marina, ya que los animales las confunden con alimento: famoso se volvió hace algunos años un video viral que mostraba a una tortuga marina que tenía atorada una bombilla en su nariz.

A partir de esta realidad, y bajo el lema “Sin bombilla plástica, por favor”, surgió Glashalm. Se trata de bombillas hechas de vidrio duro (desde $4.190), resistentes al calor y el frío e higiénicas, dado que no retienen sabores ni olores. Compartiendo el propósito de conservación y respeto por la naturaleza, en diciembre recién pasado Glashalm selló una alianza con la fundación Abejas de Chile, organización que busca crear conciencia, educar y motivar a las personas para proteger y conservar a las abejas nativas y sus ecosistemas. En el marco de esta colaboración, se lanzó una edición limitada, cuyo kit ($9.990) incluye una bombilla de vidrio con abeja, además de un cepillo limpiador y una funda protectora, ideal para guardar y llevar a todas partes. Cada compra ayuda a preservar las abejas del país.

https://glashalm.cl/

3. Medicina apícola para molestias gastrointestinales

A partir de su fascinación por las abejas, en 2016 el diseñador gráfico y fotógrafo Daniel Mesa compró 10 colmenas. Luego se especializó en apicultura orgánica con el profesor José Antonio Guerra, discípulo del profesor Fernando Fuentes, una eminencia con más de 40 años dedicado al estudio de las abejas. Así, en 2022 nació Abeja Negra, que ofrece cinco variedades de miel ($29.990 el pack), polen multifloral ($24.990), miel en panal ($29.990, 400 gr), propóleo de alta concentración ($21.990, 30 ml) y pomadas reparadoras ($25.990, 50 ml). “Nos dimos cuenta de que existía una gran necesidad de medicinas naturales alternativas que fuesen realmente efectivas en el manejo de afecciones, especialmente a nivel gastrointestinal e infecciones. Las abejas tenían la solución”, dice Daniel.

Uno de sus productos más emblemáticos es el propóleo de alta concentración, que puede aliviar molestias gastrointestinales como acidez, hinchazón, reflujo y problemas digestivos, además de reforzar el sistema inmunológico. El propóleo es una sustancia natural que las abejas recolectan de las resinas de árboles y arbustos, que contiene entre 180 a 300 elementos botánicos que funcionan en sinergia y que ha demostrado su capacidad de eliminar patógenos que son resistentes a los tratamientos con antibióticos y antimicóticos de laboratorio. “Algo diferenciador es que usamos propóleo vivo producido en Algarrobo, el que tratamos cuidadosamente para que mantenga sus propiedades”, explica Daniel. A través del uso de alcohol potable pentadestilado (altamente refinado), y libre de GMO (es decir, completamente orgánico), extraen sus principios activos mediante un proceso de maceración que dura entre tres y seis meses.

https://www.instagram.com/abejanegra_cl/

4. Taller: Aprende a hacer envoltorios de cera de abeja

La tienda de ropa usada y vintage Casa de Cambio, junto a Panal Lab, ofrecerán un taller para aprender a hacer envoltorios reutilizables de cera de abeja con retazos de ropa descartada de la misma tienda. Estos productos —hechos a partir de una tela, con cera de abejas y otros elementos— son ideales para almacenar alimentos en el refrigerador o para llevar sándwiches o snacks, como una alternativa ecológica al tradicional papel de aluminio o film plástico.

El taller será dictado por Carla Aragón, fundadora de Panal Lab, proyecto que nació en 2019 cuando los envoltorios con cera de abejas eran difíciles de encontrar. “Decidí intentar hacerlos yo misma. En ese entonces trabajaba con telas estampadas que, si bien son muy bonitas, eran nuevas, y quería hacer que fuera todo el proceso lo más sustentable posible. Así que decidí aprender a teñir con tintes naturales usando hojas, semillas, flores y descartes de la cocina. Con el tiempo, amigas y personas cercanas me pidieron que les enseñara y así fue que empecé a hacer los talleres que hago hasta el día de hoy”, cuenta Carla, quien es socióloga de profesión y ha aprendido este oficio de manera autodidacta. “Mi mamá me enseñó mucho sobre telas y fibras, también amigas diseñadoras de vestuario, apicultores/as que han tomado los talleres me enseñaron sobre abejas y la cera, conocí a más personas de los oficios y que también tiñen con plantas, y así, muchas personas participaron en este camino de aprendizaje, enseñándome y compartiendo su conocimiento”.

A diferencia de otros talleres que ha dirigido Carla, este es especial porque existirá la posibilidad de trabajar con telas teñidas y también con otras reutilizadas. Además, es la primera actividad del ciclo Hacer y conocer, instancia impulsada por Casa de Cambio, pensada para compartir y crear en torno a las manualidades, el diseño y el medio ambiente. “Me interesa crear una comunidad en torno a la sustentabilidad en el vestuario, el valor a la ropa, su historia y su cuidado”, dice Camila Cabello, fundadora de la tienda.

La actividad se realizará el sábado 6 de abril en la tienda (Av. Providencia 1336 local 45, Galería Puerta del Sol, metro Manuel Montt) de 11 a 13:30 hrs. Tiene un valor de $27.000 (materiales incluidos) y habrá café, galletas y fruta.

https://www.instagram.com/_casadecambio_/

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