Tercera edad: bailar les hace bien

¿Qué voy a hacer encerrado tantos días? fue lo primero que me dijo mi padre, que tiene 81 años, cuando escuchó en las noticias la posibilidad de una cuarentena en casa. A finales de febrero -cuando el coronavirus parecía todavía una situación lejana- él se disponía a reintegrarse en marzo a sus clases de gimnasia y baile para la tercera edad, a las que asiste desde que enviudó de mi madre. La sola idea de no ir le parecía deprimente, pues el taller no solo lo mantiene activo físicamente, sino que también a nivel social.

En tiempos de coronavirus la población más perjudicada a nivel mundial ha sido la tercera edad, y por tanto deben y debemos cuidarlos. Sin embargo, el encierro y la soledad que viven muchos en sus hogares son factores que perjudican su ánimo y defensas. "Al estar aislados por tiempos prolongados tienen riesgo de desarrollar ansiedad, estrés, tensión, en parte por la información recibida a través de algunos medios de comunicación. También pueden tener alteraciones en la alimentación, ya sea por exceso o por falencia, lo que genera problemas como sobrepeso, pérdida de masa muscular y expone a las personas más frágiles a que se caigan en sus casas, con consecuencias aún mayores para su salud", señala Jaime Hidalgo, médico internista y geriatra del Hospital Clínico de la Universidad de Chile.

Para quienes tenemos padres, abuelos, vecinos y hermanos mayores es una misión abastecerlos con alimentos y remedios, pero también lo es animarlos a través de plataformas tecnológicas. Otra gran tarea que debemos hacer, según los expertos, es incentivarlos a que hagan ejercicio en sus hogares. La doctora Verónica Rojas, jefa de la Unidad de Geriatría de Clínica Alemana, señala que "la población adulta debe evitar el inmovilismo y buscar formas para que se mantengan activos haciendo deporte. Para ello existen algunas instancias o plataformas". La especialista recomienda vivifrail.com".

Un buen comienzo, agrega el doctor Hidalgo, es que realicen una secuencia de ejercicios todos los días y que consiste en la siguiente rutina:

1. Sentado levantar o extender las piernas 10 veces, repitiéndolo tres veces.

2. Con una pelota o algo redondo, dibujar los números del 1 al 9 en el suelo, con cada pie. Puede hacerse sobre la pared y con las manos.

3. Para entrenar las pantorrillas, con las manos en una silla ponerse sobre la punta de los pies y elevar los talones.

4. Movilizar en círculos la pelvis, primero hacia un sentido y luego al contrario.

5. Levantarse y sentarse de la silla entre 5 a 10 veces.

6. Conseguir un par de pesos (pueden ser un par de botellas de medio litro de agua) y levantarlos por cada extremidad superior unas 10 veces.

7. Caminar dentro de la casa por 20 minutos continuos.

8. Si se cuenta con bicicleta estática o pedalera en casa, hacer 20 minutos una o dos veces al día.

Bailar: El mejor ejercicio

El baile es por lejos la mejor actividad para subir el ánimo, sentirse feliz y ejercitar el cuerpo. Por eso es una de las clases más exitosas en gimnasios y también en los centros de adultos mayores. Esto porque en los talleres de baile no solo lo pasan bien y se ejercitan, sino que además conocen a nuevos amigos e incluso quienes están viudos encuentran pareja.

Si hay alguien que sabe cuánto disfrutan de bailar las personas mayores es Juan Barrientos, personal trainer y paramédico del Minsal. Lleva 15 años liderando grupos de baile para la tercera edad donde les enseña danza entretenida, tango y otras disciplinas. "Para mí trabajar todos estos años con ellos ha sido una de las cosas más gratificantes que me ha pasado en la vida. Yo les enseño pasos y ellos me devuelven su sabiduría y alegría. Se generan lazos y afectos muy sinceros", cuenta.

Algunos de los efectos positivos de que la población adulta baile es que mejoran su postura, adquieren mayor conciencia corporal y de su entorno, se vuelven más ágiles y optimizan bastante su condición aeróbica. "Es una superactividad física, ayuda a mantener un buen ánimo, regula el gasto calórico -muy reducido en estos días por el encierro-, y solo requiere música, un espacio físico adecuado y ganas de bailar y pasarlo bien. Lo recomiendo que lo hagan acompañados para disfrutarlo más o ayudarse con videos que estén disponibles en YouTube y redes sociales", aconseja Doreen Morrison, kinesióloga de rehabilitación musculoesquelética de Clínica Alemana.

Como estamos en tiempo de cuarentena, Juan ha decidido crear un plan online para sus alumnos de baile. Les envía a sus correos o WhatsApp videos de cinco minutos donde les enseña pasos básicos de algún estilo de danza, una presentación con la historia del baile y una base musical, además de una guía de estiramientos que deben realizar al finalizarla. A medida que avanzan las clases estas van teniendo un poco más de dificultad. "También les recomiendo que tengan cuidado en el espacio de su casa en donde realizarán su baile, ya que las superficies del piso pueden ser resbalosas o haber cables eléctricos", sugiere.

La primera clase que Juan les mandó a sus alumnos por redes sociales -y que también puede aprender por YouTube u otras plataformas digitales- es la bachata. Esto porque es un baile más pasivo en velocidad, fácil de comprender y los desplazamientos son cortos. "Otros bailes que pueden hacer en casa es el merengue, el vals -que les sale natural a los abuelitos- y la cumbia chilena. Estos son ritmos que de a poco los ayudan a tener una base aeróbica y de coordinación", dice.