[ARCHIVO] VERÓNICA BLACKBURN, INSTINTO Y OLFATO

Trabajaba como secretaria bilingüe en Australia. Allá descubrió sus dotes de buena cocinera y cambió la máquina de escribir por una mesa de banquetera. Se asoció con una amiga y comenzaron a ofrecer sus servicios bajo la marca "The Cognac Canectían".




Trabajaba como secretaria bilingüe en Australia. Allá descubrió sus dotes de buena cocinera y cambió la máquina de escribir por una mesa de banquetera. Se asoció con una amiga y comenzaron a ofrecer sus servicios bajo la marca "The Cognac Canectían".

Nunca ha tomado clases de cocina. "Yo creo que la buena mano es un instinto. De repente le echas tal cosa a algo y no sabes por qué. Así cómo hay gente que nunca le va a achuntar a la sal". Dice que si no hubiera sabido inglés no habría aprendido a cocinar, porque partió con recetas norteamericanas "a prueba de tontos". Claro que asegura que las profesoras de cocina "no es que seamos unas brutas que no puedan hacer otra cosa, sino que así como otros tienen condiciones de pintores o escritores, nosotras tenemos dotes de cocineras"

Llegó a Chile con el bichito en mente. Quería instalar una tienda bien completa, de cocina. Su marido la financió.

- La abrí el 82, el mismo día que se inundó Santiago por primera vez. Vendía unas ollas de cobre y unos platos de cerámica. Las clases las empecé un martes 13; con dos alumnas que pagaban y como 7 palos blancos. Estuvo varios años en la TV, y ahora volvió a hacer clases en el programa de Jorge Rencoret y Susana Palomino, en Canal 4. En cuanto a estilo, se define como muy conservadora. Asegura que la cocina oriental es una moda que viene y que puede durar un año, pero que a la hora de las decisiones, la cocina francesa tradicional es la mejor.

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