Perú chic

La artista y diseñadora, embajadora de la marca país del Perú, incorpora las flores de Huanchaca, la artesanía con cacho de toro, la talabartería repujada y hasta las tallas de madera de los cuadros cuzqueños en ropa y accesorios sorprendentes. Pareciera que a cualquier artesanía de su país Meche la pudiera convertir en moda de lujo. Y eso es lo que, con el apoyo de PromPerú, mostrará a fin de mes en Ropero Paula.




Paula 1147. Sábado 10 de mayo de 2014.

"La razón de que Meche Correa exista como diseñadora es porque existen toda la historia y la cultura del Perú". Esa es la autodefinición que da la artista y diseñadora peruana de 61 años cuando intenta explicar lo que la mueve a armar los diseños que la hacen ser reconocida no solo en su país sino también en Brasil, Estados Unidos, España, Japón y Australia; a ser destacada en diarios como The New York Times y El País; exhibir sus piezas en museos de Europa y Estados Unidos; y a que el fotógrafo peruano Mario Testino las haya elegido para formar parte de la exhibición que hace unos años montó en Boston. Méritos tiene de sobra.

Egresada de Decoración de Interiores de la Escuela Nacional de Lima, fue a los 9 años que tuvo su primera incursión en la moda. Y es que su mamá y su tía abuela confeccionaban ropa, por lo que para ella siempre fue natural usar la máquina de coser y tijeretear pedazos de tela. Desde ahí que Meche Correa se transformó en autodidacta. En los ochenta tuvo una exitosa tienda para la que hacía zapatos, carteras y tejidos, luego fue la representante en Perú de los esmaltes y uñas acrílicas de la marca O.P.I. y a finales de los noventa creó la exitosa firma que lleva su nombre.

Así reinterpreta meche la artesanía peruana. A la izquierda: finas Estolas de gasa pintadas a mano en colores y pan de oro por los mismos artesanos que dibujan las mangas de encaje de los santos en los cuadros cuzqueños. A la derecha: el diseño típico de las mantas Lliclla, que usan las mujeres indígenas para transportar a sus guaguas, se trasladó a elegantes pañuelos de seda.

Emplazado en pleno Barrio San Isidro de Lima, de su taller salen los exclusivos diseños que crea y que le permiten vender solo en pequeñas boutiques y no en grandes tiendas, dada la pequeña escala de su producción. "Lo que yo hago es bastante atemporal. Digamos que no sigo una línea exactamente y casi todo es tipo accesorio para mujeres de todas las edades. Mis cosas las defino como heredables. No son ni baratas, ni imposibles de comprar", dice en relación a sus creaciones.

Para armar cada colección, Correa recorre su país de punta a punta y, en esos viajes, recoge ideas e inspiración para reinterpretar de manera personal la cultura y tradición peruanas. Ese es el sello que la distingue. "Siento que tengo un don, que es haber nacido con la capacidad de crear y que, en mí, es innato", dice.

Gracias a su talento y exitosa carrera el gobierno peruano la nombró Embajadora de la Marca País, reconocimiento que busca dar a la moda la altura internacional que hace décadas logró la gastronomía. Y Meche lo ha asumido a la perfección rescatando y plasmando esa riqueza en cada una de sus prendas y accesorios, tal como lo hizo en su época el diseñador japonés Kenzo que reivindicó y le dio un lugar en la moda al tradicional kimono.

Para lograr este concepto de marca, Correa trabaja de la mano con artesanos de la selva, la sierra, Cuzco, Ayacucho, Huancayo y Lima. Gracias a esas colaboraciones ha armado icónicas piezas, como las carteras tipo clutches que lanzó en el verano pasado confeccionadas con las típicas bolsas plásticas que se usan en Perú para ir al mercado. También trabaja, desde hace 15 años, con los presos del penal Miguel Castro Castro de Lima que confeccionan para ella, en asta de toro y hueso, enormes anillos, pulseras y collares.

¿De dónde surge tu pasión por la cultura peruana?

Creo que el Perú es uno de los pocos países que tiene una cultura milenaria que hasta hoy se mantiene viva. El año pasado estuve en Puno en una de las fiestas más importantes y tradicionales y fue como una explosión dentro de mi cuerpo. Creo que Dios me dio el don de poder sentir todo eso de una manera muy profunda. No podía más que llorar por la emoción que me daba el ver a hombres y mujeres bailando y saltando de una manera que parecía que querían reventar el piso. Mi forma de mostrar y expresar esa fuerza es a través de mi trabajo.

La cartera Good luck bag incluye amuletos de todo tipo y símbolos de la suerte y se ha transformado en un ícono de Meche Correa, tanto así, que incluso Bill Clinton se la compró de regalo a su hija.

¿Cómo definirías tu trabajo?

Es un poco diferente al del resto, justamente porque no me rijo por las tendencias. No estoy dedicada a estudiar esos libros inmensos en los que ya se sabe qué vendrá en cinco años más. Eso es algo que no me preocupa en lo absoluto. Miro al Perú y hago lo que yo puedo asimilar y lo que puedo expresar.

¿Cómo se hace para reinterpretar sin pasar a llevar ciertas tradiciones? ¿Hay un límite ahí?

No creo que en el arte haya límites. La verdad es que si me pego mucho a las tradiciones, mi trabajo va a quedar como una artesanía y yo no quiero eso. No estoy despreciando la artesanía, que es indiscutiblemente maravillosa pero, sin ser petulante, quiero que lo mío traspase. Quiero ponerlo en valor y que mis prendas pasen por una pasarela y se vean glamorosas y absolutamente peruanas.

¿Qué es para ti la moda?

Un arte. La moda es una forma de transmitir tu cultura, de mostrar y enseñar a tu país y creo que esa es una de las misiones que yo tengo, y una pasión que me mueve a hacer el trabajo que yo hago.

¿Qué opinas de que se esté revalorizando lo hecho a mano?

Me hace feliz por muchas razones. Para empezar, nosotros en el Perú en el tema de la industria de la moda estamos comenzando. Somos un país que está en los inicios. Por eso mismo es muy difícil pensar que nos vamos a desarrollar poniéndonos en el nivel de China o India, que exportan cientos de miles de cosas. Perú no quiere estar en esa posición porque no tiene sentido competir con quienes ya manejan eso. Nosotros tenemos las mejores fibras del mundo, y si a eso le sumamos la maravilla del handmade, vamos a poner en mayor valor esa materia prima que es de primera categoría. Por otra parte, siento que en Perú hay cientos de expertos haciendo cosas con las manos en el arte textil, cerámica, orfebrería.

¿La gente valora el handmade?

Estamos justamente enseñándole a la gente la diferencia que hay entre la confección industrial y lo hecho a mano. La diferencia de una chalina comprada en una tienda por departamento a 15 dólares, que me va a durar cierto tiempo, versus una de buena calidad y tejida a mano. La gente está empezando a entenderlo.

El bolsito nudo, diseñado para cargar el celular, las llaves y un par de cosas más, es de algodón pima mercerizado y está hecho a mano en telar de cintura.

SU VENIDA A CHILE

Aunque nunca ha estado en Chile, en 2010 su trabajo fue parte de la muestra Arte peruano hoy que montó la Galería Isabel Aninat y que reunía a importantes artistas plásticos de Lima. Meche Correa era la única diseñadora y fue seleccionada porque su trabajo fue considerado como obra de arte.

Ahora viene a Ropero Paula cargada de ganas de nutrirse de la cultura chilena. "Sé que voy a conmoverme e inspirarme con lo que vea en Chile y mi deseo es sacar una pequeña colección de eso a la vuelta", dice.

¿Qué esperas encontrar acá?

A través de mi trabajo quiero unirme más a Chile. La unión hace la fuerza y creo que hoy más que nunca Latinoamérica tiene que estar junta para salir adelante. Es el momento. Voy con los brazos abiertos y con todo el amor para mostrar mi trabajo. Por otra parte creo que esto podrá ser un puente, porque ahora me van a fomentar a mí, pero después podemos invitar a diseñadores chilenos a que vengan al Perú. Es una responsabilidad y un deber porque en la vida hay que ser recíprocos. Así nos vamos a comenzar a amar.

¿Qué vas a traer a Ropero Paula?

Como mis diseños no pasan de moda, voy a llevar muchas cosas diferente: la última colección que acabo de presentar en Perú Moda y también voy con mis tradicionales trajes bordados, que casi no hay en este último desfile. Además, estoy sacando una nueva línea de carteras que se estrenarán en venta allá. Son piezas que ni siquiera tengo en Lima. Esta producción está destinada a Ropero Paula.

Meche estrenará en Ropero Paula una nueva línea de carteras. Además, traerá sus tradicionales trajes bordados, accesorios y la colección que acaba de presentar en Perú Moda.

Comenta

Por favor, inicia sesión en La Tercera para acceder a los comentarios.