Colorimetría, la ciencia detrás de la armonía




Que el labial rojo no sienta bien o que un rubor no se ve natural son afirmaciones que probablemente hemos escuchado o sentido porque los productos no van con un determinado subtono de piel.

Para eso existe la colorimetría, estudio de los colores y la percepción de éstos dependiendo de cada persona. Basada en la teoría del color y en la manera en que se combinan diferentes tonalidades, saturaciones o matices, la colorimetría se usa precisamente para lograr la armonía.

“Desde mi punto de vista, el análisis de color es una herramienta muy poderosa no solo en la estética o en la moda, sino en cómo uno se siente consigo misma al verse en el espejo”, afirma la asesora de imagen Nati Corales.

Entre los beneficios del análisis de color se encuentran el verse más despierta o destacar ciertas características de la piel, debido a la luminosidad de un rostro correctamente estudiado. “Al descubrir las características de color que a uno más le benefician, en donde la piel se ve más iluminada, menos cansada y más sana, uno automáticamente se siente más segura y al mismo tiempo más feliz”, dice la especialista.

Si bien ha ganado popularidad en el mundo de la moda y estética, la colorimetría ha estado presente desde las teorías de Aristóteles sobre los cuatro elementos, hasta su análisis en la ciencia con Newton y el prisma de Goethe.

Su uso en la cosmética se remonta al libro Color me Beautiful de Carole Jackson, en donde la autora propone la Teoría Estacional, una categorización de cuatro divisiones: Verano, Otoño, Invierno y Primavera, todas basadas en el color de ojos, piel y color de pelo de la persona analizada.

Sin embargo, actualmente se reconocen subclasificaciones dentro de las mismas categorías, cada una dividida en Verdadero, Suave y Oscuro. O sea, Invierno Verdadero, Verano Suave, etc.

¿Cómo saber mi subtono?

Una manera rápida y fácil de saber cuál es el subtono apropiado para cada persona, es ver de qué color son las venas del lado interior de la muñeca. Si se ven verdosas, lo más probable es que el subtono sea cálido; si se ven azules, subtono frío y si es difícil reconocer un sólo color o se ve tanto verde como azul, es que el subtono es neutral.

Otra manera de descubrirlo es fijándose en la reacción de la piel al sol: Quienes se tuestan un poco, lo más probable es que sean cálidas; y si en cambio con el sol la piel se pone roja, el tono es frío.

Tips para tu subtono

En base al análisis especializado, se desprenden las categorías de Primavera, Otoño, Invierno y Verano, teniendo cada una diferentes reglas aplicadas con el fin de una armonía estética.

Primavera: los colores vibrantes, cálidos y corales quedan mejor. Conviene dejar de lado aquellos tonos oscuros y preferir cabellos tipo miel, ya sean rubios o castaños.

Otoño: los colores cálidos sirven de igual manera, aunque menos luminosos. Mejor elegir burdeos y tonos tierra, con cabellos dorados y rojizos.

Invierno: deben usar colores fríos y azulados. Fucsia tenue, rojos y cabello oscuro o rubios platinados.

Verano: los mismos colores fríos de Invierno pueden ser utilizados, aunque mucho menos saturados. Optar por los morados apagados y cabellos ceniza.

Además, para los subtonos fríos es recomendable evitar los bronzer debido a su calidez. Ideal es enforcarse en el contorno y rubor. Para los tonos cálidos, evitar los colores apagados ya que potenciarán una piel pálida y resaltarán imperfecciones.

Las clasificaciones son estándar y requieren de un análisis muy personal para ser aplicadas correctamente. La recomendación será siempre experimentar con los colores y tonos.

Nicoletta Valentina realiza análisis profesionales. También se puede agendar una hora o contactarse con especialistas como @estudionaticorrales en redes sociales.

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