El doctor de la eterna juventud

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Envejecemos porque el cuerpo va disminuyendo la producción de la hormona del crecimiento: esta es la teoría del famoso doctor norteamericano James Forsythe (73). Su pionero tratamiento antiedad se basa en mantener alta esta hormona. De esto habla en su recién aparecido libro Anti-Aging Cures. Paula conversó en exclusiva con él y aquí entrega sus secretos para conservar la eterna juventud.




Médico de la Universidad de California de San Francisco, especialista en oncología y antienvejecimiento, el doctor James Forsythe pasa los días atendiendo y visitando a sus pacientes en el Century Wellness Clinic, centro de su propiedad ubicado en Nevada, Estados Unidos.

El tratamiento que allí se recibe no es común. De hecho, cinco años atrás ni siquiera era legal (ver recuadro 1). Sin embargo, hace más de 20 años que Forsythe lo realiza: receta y administra la hormona de crecimiento humano (GH, por sus siglas en inglés) para adultos que tienen un déficit de ella.

El médico explica que esta hormona es una proteína producida por el cerebro, específicamente por la glándula pituitaria, durante el sueño profundo. En la infancia y la adolescencia, esta glándula secreta enormes cantidades de GH con el fin de que los órganos, músculos y huesos crezcan y se desarrollen normalmente. Pero la hormona, plantea el experto, tiene muchos más beneficios que solo ayudar a crecer. "La GH ayuda a fortalecer el sistema inmunitario, aumenta la energía, mejora la memoria, acelera el metabolismo, aumenta la masa muscular, fortalece la masa ósea, incrementa el deseo sexual y mejora la calidad de la piel, por lo que muchas de las arrugas y las manchas desaparecen", afirma Forsythe. No extraña, por lo tanto, que la haya denominado la fuente de la juventud.

A partir de los 25 años, en promedio, la producción de la hormona comienza a descender entre 10 y 15% por década. "Eso activa el proceso de envejecimiento", dice. Según Forsythe, entre los 40 y los 60 años –depende de cada persona– bajan más aceleradamente los niveles de GH en el cuerpo. Es ahí cuando propone iniciar un tratamiento que consiste en reemplazar la hormona con una réplica de GH bioidéntica, creada de forma masiva en un laboratorio. "Es un péptido de 191 aminoácidos, la misma e idéntica hormona que la glándula pituitaria produce", sostiene el médico, quien hace varios años se administra a su propio cuerpo la réplica de GH.

Como esta hormona es una proteína no se puede ingerir en cápsulas ya que sería digerida en el estómago y no se aprovecharían los beneficios en su totalidad. Por eso, la GH viene disponible como inyección, la cual debe administrarse de forma subcutánea, es decir, en el tejido debajo de la piel. La dosis y la frecuencia de las vacunas dependerán del déficit de la hormona en cada persona, pero generalmente son entre tres a seis veces a la semana y su costo promedio en Estados Unidos asciende a los US$ 400 mensuales. Tal como los diabéticos, la inyección puede ser aplicada por el mismo paciente.

Cerca de 20 mil doctores especializados y aprobados por la American Academy of Anti-Aging Medicine existen en EE.UU. y están autorizados para prescribir la GH. No hay cifras oficiales, pero se estima que en ese país alrededor de 50 mil personas se realizan esa terapia de reemplazo hormonal.

Algunas celebridades estadounidenses han manifestado abiertamente que se inyectan GH, como Suzanne Somers, Oliver Stone y Nick Nolte, pero el número de seguidores famosos de esta tendencia en silencio sería mucho mayor. Incluso la prensa norteamericana ha rumoreado que Madonna y Demi Moore se estarían tratando con la hormona.

Mantener la juventud

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Pero no solo se trata de agregar la hormona del crecimiento, sino también de mantenerla en el cuerpo. Forsythe postula que no hay que quedarse de brazos cruzados viendo cómo el cuerpo pierde energía y músculo y la piel se arruga, ya que existen ciertos suplementos naturales –como la jalea real y el terciopelo de cuerno de venado– que ayudan a generar más GH en el cerebro. A esos suplementos los llama bioestimuladores.

La jalea real es una sustancia secretada por las glándulas de las cabezas de las abejas. "Consumida habitualmente, la jalea real rejuvenece la glándula pituitaria en las personas, aumenta la producción de GH y estimula el crecimiento de las células madre en el cerebro", explica el doctor. Por otro lado, el terciopelo de cuerno de venado es un elemento que se extrae de los cuernos de estos animales cuando están en la etapa de crecimiento, por lo que contiene una docena de factores de crecimiento que favorecen, entre otras cosas, a la regeneración de la piel y de las células rojas.

Además de los suplementos, el doctor sostiene que existen otros factores relacionados con el estilo de vida que actúan, sinérgicamente, como bioestimuladores, permitiendo mantener los niveles altos de GH, tales como seguir una dieta nutritiva, dormir profundamente y realizar ejercicio.

Recomienda, en lo posible,  adoptar una dieta vegana o lo más cercana a ella, baja en lácteos y carnes, ya que los productos de origen animal acidifican la sangre, volviendo al organismo más propenso a desarrollar enfermedades. Y respecto a la piel, uno de sus principales enemigos es el azúcar. "Mientras más azúcar se consume, más rápido se envejece, ya que esta sustancia entrecruza las fibras del colágeno de la piel, favoreciendo la aparición de arrugas e impidiendo una fácil reparación", afirma el experto.

Adquirir buenos hábitos de dormir, como acostarse regularmente a una misma hora, es crucial, ya que la GH se genera durante la fase más profunda del sueño. "Lo importante no es la cantidad de horas que se duerma, sino la calidad del descanso", explica Forsythe. En casos de insomnio o de mal dormir, el médico recomienda tomar melatonina, un suplemento natural que ayuda a inducir el sueño.

Forsythe también sostiene que la práctica regular de ejercicio ayuda a estimular la producción de GH. Si bien es partidario de que cada persona consulte con su doctor cuál es la actividad más recomendable según sus condiciones físicas y su edad, Forsythe aboga en general por una mezcla de ejercicios aeróbicos –mínimo 20 minutos de caminata– y anaeróbicos –trote o natación por periodos más cortos–.

Inyecciones de vitalidad

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¿Cómo se mide y qué niveles de GH hay que tener para retardar el envejecimiento?

La GH no se puede medir directamente, ya que se produce cuando dormimos, en la fase más profunda del sueño, y permanece entre unos 15 y 30 minutos en la sangre. Luego pasa al hígado y ahí se transforma en el factor de crecimiento IGF-1, por lo tanto, lo que se hace es medir la cantidad de IGF-1 con exámenes de sangre y de orina. En los hombres lo normal es tener entre 300 y 350 microgramos por litro y en las mujeres entre 250 y 300.

¿Cuánto se tarda en ver los primeros resultados?

Alrededor de un mes. Lo primero que notarás será un aumento de energía y de bienestar, un sueño más profundo, mejoras en la piel –muchas de las manchas de la edad desaparecen–, los huesos se fortalecen –está probado que aumenta en 1% la densidad ósea por año–, baja el colesterol negativo y aumenta el colesterol bueno.

¿Por qué la alimentación juega un rol tan importante en el proceso de envejecimiento?

¿Por qué la alimentación juega un rol tan importante en el proceso de envejecimiento? Porque la nutrición define de qué está hecho tu organismo; es la base de cada célula y de cada órgano. Si comes alimentos naturales y nutritivos, tu cuerpo recibirá combustible de alta calidad, lo cual fortalecerá el sistema inmunitario para combatir enfermedades propias del envejecimiento. Lamentablemente, la mayor parte de la típica dieta actual es tóxica.

Entonces si no me preocupo de la dieta, el sueño y el ejercicio, ¿laGHno será efectiva?

No creo que sería igual de efectiva. Sabemos que lo ideal es hacer todo en conjunto, porque una dieta nutritiva, un sueño profundo y la práctica de ejercicio realzan los efectos de la GH. Pero de todas formas notarás algunos beneficios.

¿El estrés nos envejece precozmente?

Sí. Los científicos han descubierto que como respuesta natural al estrés, el organismo genera hormonas glucorticoides, las cuales inhiben la producción de GH.

¿Usted cree que la GH se puede convertir en la próxima revolución de la medicina?

Eso espero. Pero el tratamiento es caro y no todos pueden costearlo.

Una confusa ley

Actualmente el uso de la GH para adultos con déficit de ella es plenamente legal en EE.UU., pero debe ser prescrita por un médico autorizado. El protocolo de la Food and Drug Administration (FDA), redactado por James Forsythe en 2007, establece las indicaciones del uso de GH en terapias de antienvejecimiento.

Antes de esa fecha, la GH para esos fines estaba prohibida, ya que en 1990 a la ley sobre el uso de esteroides se agregó una cláusula que vetaba la utilización de la GH como cualquier intervención antiedad. Este cambio se hizo ya que muchos deportistas se automedicaban GH para la formación de músculo y el aporte energético, corriendo riesgos en la salud, ya que la hormona puede tener efectos negativos si no es administrada en las dosis adecuadas para cada persona y si el tratamiento no es supervisado por un doctor.

Según Forsythe, él y muchos otros médicos no estaban al tanto de este cambio legal y siguieron prescribiendo la GH. En 2005 un agente encubierto de la FDA llegó a la Century Wellness Clinic, pidió tratarse con la hormona y se le recetó GH. Días después, Forsythe fue arrestado y su clínica allanada. Por infringir la ley corría el riesgo de cumplir cinco años de cárcel más el pago de 250 mil dólares.

Luego de dos años de juicio, el 1 de noviembre de 2007 el jurado absolvió a Forsythe unánimemente, se reconocieron los múltiples beneficios que la GH presenta en adultos que tienen un déficit de ella y se aprobó el uso de la hormona en tratamientos de antienvejecimiento. Como parte del acuerdo judicial con la FDA, se le pidió a Forsythe que redactara el protocolo que hoy lleva su nombre.

El uso tradicional de la GH

Desde mediados de 1970, la GH se ha usado para los niños y adolescentes que –ya sea por problemas genéticos o por daños cerebrales causados, por ejemplo, por un tumor– no logran secretar la cantidad adecuada de la hormona, impidiéndoles crecer de forma normal. Por ejemplo, el futbolista argentino, Lionel Messi, recibió este tratamiento a los 10 años, cuando fue diagnosticado con déficit de GH. Esta terapia se sigue utilizando hasta el día de hoy. Otros casos por los que tradicionalmente se ha usado la GH corresponden a quemaduras, cirugías cerebrales, sida y al síndrome de Turner –trastorno genético en niñas–.

Carlos Liberman, jefe de Endocrinología del Hospital Clínico de la Universidad de Chile, afirma que en nuestro país se utiliza la GH con gran éxito en los niños que presentan un déficit de ella y tienen problemas para crecer. Sin embargo, esta terapia no está muy expandida a nivel nacional debido a su alto valor: el tratamiento puede llegar a costar entre los 15 mil y los 30 mil dólares al año.

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