Mi nombre es más famoso que yo

mi nombre es mas famoso

Estos chilenos se llaman igual que un personaje de la farándula, un futbolista famoso, un villano legendario, un prócer histórico, un país. Sus nombres, inevitablemente, producen asombro, sorpresa o risa cada vez que se presentan.




Paula 1121. Sábado 11 de mayo 2013.

De izquierda a derecha.

RAQUEL ARGANDOÑA

Tiene 20 años, es estudiante de Traducción Bilingüe y su mayor trauma infantil era ir al doctor y que todos en la sala de espera se voltearan a mirarla cuando la llamaban por su nombre.

PAMELA DÍAZ

Tiene 32 años, es programadora web, en su trabajo le dicen "La Fierita" y cuando la molestan, dispara: "yo tengo menos plástico que ella, la pura tarjeta de crédito".

JULIO CÉSAR RODRÍGUEZ

De 40 años, es mecánico, comerciante y siempre se ríe cuando le preguntan si es "igual de mujeriego" que el de la tele.

FELIPE AVELLO

33 años, analista de crédito. Cada vez que llama a un radiotaxi, pide una pizza, o contacta a un cliente, tiene que asegurar que no se trata de una pitanza.

PATRICIA MALDONADO

42 años, dueña de un almacén. Desde chica la molestaban por su nombre. "A mucha gente le cae mal esta señora, pero a mí me gusta como habla", afirma.

FRANCISCA GARCÍA-HUIDOBRO

39 años, abogada. Hace 4 años la atosigaban con llamados y pitanzas dirigidos a su tocaya televisiva. "Menos mal que se volvió más amigable para el público, porque dejaron de molestarme", dice.

VÍCTOR JARA Y VIOLETA PARRA

Víctor Jara estudia Prevención de Riesgos y trabaja como camionero. Violeta Parra nació en La Florida y estudia Restauración, en Buenos Aires. Víctor lleva con orgullo el nombre que heredó de su bisabuelo, su abuelo y su padre. Violeta se llama así en honor a la artista favorita de su papá. Víctor tiene todos los discos, dos cuadros y un póster gigante de Víctor Jara en su pieza. Violeta canta las canciones de Violeta Parra desde los 5 años y toca el piano, pero jamás la guitarra. "Sería un fetichismo horrible", piensa. Víctor, varias veces se ha sentido hostilizado por uniformados y por eso evita ir a manifestaciones. "Una vez un PDI me pidió los documentos y se burló, me decía '¿te vas solito para la casa, o necesitas que te recoja los dedos?'," cuenta. Violeta tuvo un profesor que el primer día de clases le dijo "¿Violeta Parra? Contigo voy a tener problemas desde el principio". Pero ambos también reciben muchas felicitaciones solo por llamarse así. Víctor siente que su nombre marcó su vida. "Igual que Víctor Jara, nunca me rindo y peleo por lo que quiero, como sacar adelante mis estudios, y sostener a mi mamá, que está enferma. Con mi hermano combatimos día a día por ella", dice.

SOY PABLO ESCOBAR

Cada vez que el abogado penalista Pablo Escobar (37 años) tiene una audiencia, el magistrado y los funcionarios del poder judicial se lo quedan mirando fijo y murmuran "¡el patrón del mal!". Si algún actuario hace una broma con su nombre, él sigue el juego: "tranquilo, usted autoríceme lo que pido y no va a tener ningún problema conmigo". Con 23 años hizo su práctica en la cárcel de San Miguel, donde le tocó defender a primerizos, ladrones y lanzas, que le decían "shiáa, con ese nombre voy a rebotar en la Corte, mejor no me defienda". Fue el abogado de dos de las nueve víctimas del "Cura Tato" y ha representado en tribunales a cientos de víctimas de delitos sexuales y accidentes de tránsito. Se acuerda bien del impacto que sintió cuando, con 17 años, vio en un kiosco la portada de un diario con el titular Mataron a Pablo Escobar y la foto del colombiano muerto en un tejado. Ahora en su whatsapp tiene una foto del mafioso. Y no se pierde la serie que tiene a miles de chilenos adictos al malévolo personaje.

De izquierda a derecha

EDUARDO VARGAS

A "Edu" Vargas (13 años) le gusta jugar pichangas con sus amigos, leer y practicar natación. Apoya a Colo-Colo, porque es el equipo de su papá.

MATÍAS FERNÁNDEZ

Tiene 13 años, es hincha de la Católica y en el colegio lo llaman "Matigol", aunque a él le gusta más jugar rugby que fútbol.

ALEXIS SÁNCHEZ

Tiene 11, ama el fútbol y sueña con jugar en el Barcelona. Es el mejor jugador de su curso y en la cancha le gritan "¡Niño maravilla!". Su papá dice que su hijo está bendecido, y a sus hijas también les puso Jocelyn Alexis (6 años) y Estrella Alexis (1 año).

CLAUDIO BRAVO

Claudio (13 años) jugó un tiempo de arquero, pero lo molestaban por su nombre. Ahora es defensa en los talleres de fútbol de su colegio. Cuando grande quiere ser futbolista o ingeniero. Es hincha de la U.

JORGE VALDIVIA

Tiene 12 años y le dicen "Mago". Es bueno para el fútbol y en su colegio juega de arquero, volante y delantero. En su camiseta lleva el número 10, igual que el "Mago". Quiere ser futbolista o veterinario.

SOMOS CHILE

Chile Barrera Lizama (a la derecha) hace 67 años se convirtió en el primer Chile de su familia, nombre que también heredaron su sobrino, Chile Barrera Astorga (izq) y su hijo Chile Barrera Olivares. La tradición la impuso su padre minero Samuel Barrera, quien se indignó porque en la mina en la que trabajaba había un inglés de apellido Schilling al que todos llamaban "el Chile". Para que no fuera un gringo el que llevara ese honor, llamó Chile al decimoctavo de sus 21 hijos: Chile Barrera Lizama. Quien a su vez recibió el mandato que de ahí en adelante tendría que haber un Chile en cada generación. "Primero tuve dos mujeres, mis hijas Francia e Italia. Y años después, nació mi hijo Chile", cuenta Chile Barrera Lizama, que para las Fiestas Patrias hace empanadas y celebra como si fuera su cumpleaños. Su sobrino también está decidido a ponerle Chile a su primer hijo hombre: "Me gusta mi nombre, me hizo sacar personalidad. Desde chico me cantan el himno y me dicen el hijo de Julio Iglesias. Cuando voy a ver al Colo-Colo y gritan '¿quién es Chile?' Me paro y digo ¡Yo!". Además trabajo con archivos históricos. Por mis manos han pasado la declaración de Independencia, cartas de Arturo Prat y muchos documentos que son Chile. Como yo".

De izquierda a derecha.

PADRE E HIJO

El abogado y profesor de la Escuela de Derecho de la Universidad de Chile, Manuel Montt Dubornais y su hijo, el administrador agrícola Manuel Montt Swett, son bisnieto y tataranieto del ex Presidente de Chile Manuel Montt Torres (1851-1861), en cuyo honor se nombró a esta avenida de Providencia. Ellos son el quinto y el sexto Manuel Montt de la familia. "Llevar este nombre implica bastante responsabilidad", dice Manuel Montt padre. "Desde chico, si me sacaba una mala nota, el profesor me decía 'con ese nombre no se puede sacar un 4, señor'. Porque don Manuel Montt fue un hombre extraordinario y un gran gobernante. Sería una cosa bastante atroz que una persona que lleva un nombre tan distinguido cometa tropelías".

EL PRÓCER

El analista de costos Simón Bolívar Cuevas fue nombrado así porque su padre, Hernán Bolívar, quería que su hijo se llamara igual que el prócer venezolano. Cuando niño, su abuela lo obligó a leer un tomo de 300 páginas con la vida de Simón Bolívar. Soportó estoico las burlas en el colegio y, para emular el espíritu cívico del libertador, fue presidente de curso y miembro del comité paritario en su trabajo. También mandó pedir un árbol genealógico para ver si encontraba algún parentesco. Pero resultó que Simón Bolívar y Palacios no tuvo descendencia directa. "Mi nombre me dio prestancia en la vida. En una reunión, soy el primero en decir: 'me llamo Simón Bolívar', aunque no falta el que se ríe".

CUARTA GENERACIÓN

El abogado y presidente de la compañía inmobiliaria CBRE, Carlos Antúnez Aldunate, es bisnieto del político chileno Carlos Antúnez González, quien fue ministro del Interior del ex Presidente Federico Errázuriz y fundador de la comuna de Providencia. "De sus bisnietos, el único que lleva el nombre de don Carlos Antúnez soy yo. Por eso mi abuelo me decía 'tú tienes el nombre de mi padre y eso vale oro en la vida'. Desde muy niño, me inculcaron que llevaba un nombre que valía oro y lo llevo con mucho orgullo", dice.

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