¿A qué suena la dicha?

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A Happy, de Pharrell Williams, hay estudios científicos que lo certifican, pero ¿alguien necesita escucharla una vez más? Paula consultó a cinco músicos nacionales de distintos géneros cuáles eran las canciones o piezas musicales que los ponían alegres y el resultado parece demostrar que en la variedad está la felicidad musical.




Paula 1189, Especial Felicidad. Sábado 19 de diciembre de 2015.

A Happy, de Pharrell Williams, hay estudios científicos que lo certifican, pero ¿alguien necesita escucharla una vez más? Paula consultó a cinco músicos nacionales de distintos géneros cuáles eran las canciones o piezas musicales que los ponían alegres y el resultado parece demostrar que en la variedad está la felicidad musical.

Desde el pop-rock: Javier Barría, compositor. Su disco Folclor ganó el premio Pulsar 2015.

Pop life, de Prince: "Más que una canción 'feliz', porque en general me cargan las canciones con letra alegre, esta canción del disco Around the World in a day (1985) me sube el ánimo. Es una cosa más corporal, debe ser por su pulso, su ritmo, que invita a bailar. Soy ultra fan de Prince y admiro cuando se sale de su zona de confort, porque lo habitual en él es el sexo, el goce y esta canción es súper ácida y crítica".

Desde el jazz: Franz Mesko, saxofonista, apoyo de la banda de Francisca Valenzuela.

Someday my prince will come, de Miles Davis: "Comienza con una melodía sutil, a momentos susurrada, con ese particular sonido de Miles con sordina, luego vienen las improvisaciones, todas con una energía como para caminar en una tarde soleada. Luego se repite la introducción dando la sensación de que el tema finaliza, pero justo ahí comienza el solo de John Coltrane, con un romanticismo único. Me identifica y marca una forma de tocar que trato de plasmar en mi propia música".

Desde el rock: Angelo Pierattini, guitarrista de la banda Weichafe, cuenta con cinco discos solistas.

El twist del tren, de Sergio Inostroza: "Debe ser la primera canción que me gustó, la escuché de chico en un disco de 45, es de la Nueva Ola y habla de un viaje. Me evoca felicidad instantánea. De más grande hay cosas más eufóricas, como Twist and shout, o ahora 2013, de Primal Scream, que es puro desenfado. Quizás tengo vinculada la felicidad al desenfreno y no a algo tan espontáneo como cuando chico".

Desde la música clásica: Sebastián Errázuriz, compositor y director, autor de la ópera Viento Blanco.

Cantata 140, de Bach: "Es difícil encontrar música que dé con el tono de la felicidad. Generalmente las creaciones musicales van cruzadas con otras emociones que tejen una trama más compleja. Una pieza musical que me llena de alegría, mezclada con una profunda emoción, es esta de Bach. Se trata del número 4 para tenor Zion hört die Wächter singen. Recomiendo la grabación dirigida por Karl Richter para Deutsche Grammophon".

Desde el rap: Bronko Yotte, MC y productor con 10 años de trayectoria y cuatro álbumes.

Jam, de A tribe called quest: "El 2012 vivíamos con mi pareja en Australia y cuidábamos casas en verano, en un barrio bien verde de Melbourne. Una de las tareas era pasear a un perro y lo hacía escuchando el disco Beats, Rhymes and Life (1996), y el momento más alegre era con esta canción. No sé, hay tantos grupos de hip hop y de ese estilo en particular, pero los Tribe son únicos en sus sampleos y sus acordes. Ese disco y el recuerdo de esa época en Melbourne influenciaron mi disco Con eso te digo todo (2012)".

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