La reconstrucción de Viña

9

La escritora e investigadora Catalina Porzio (36) publica Viñamarinos. Aburridos, excéntricos y decadentes (Libros del Laurel), un sorprendente retrato de la ciudad y sus variopintos personajes hecho mediante la técnica del collage literario, una investigación ardua que pone en escena desde las supuestas elegancias del siglo XIX hasta el terror de los sicópatas de los 80.




Paula 1190. Sábado 2 de enero de 2016.

La escritora e investigadora Catalina Porzio (36) publica Viñamarinos. Aburridos, excéntricos y decadentes (Libros del Laurel), un sorprendente retrato de la ciudad y sus variopintos personajes hecho mediante la técnica del collage literario, una investigación ardua que pone en escena desde las supuestas elegancias del siglo XIX hasta el terror de los sicópatas de los 80.

Catalina Porzio es viñamarina y siente ante su ciudad tanta pertenencia como desencanto: con esa sensación ambigua se puso a investigar sobre los diversos escritores que han hablado sobre Viña –de Pezoa Véliz a Álvaro Bisama– y ante la enormidad del material el trabajo se fue convirtiendo en una recopilación de escrituras sobre los otros, una galería de personajes insólitos donde conviven la hermosa y atormentada Teresa Wilms con un poco conocido corresponsal chileno en Vietnam, entre dandis, falsos condes, varios poetas, escritoras y tipos inclasificables. El resultado es un libro fascinante y único, documento y novela a la vez, un caleidoscopio narrativo construido mediante citas, con retóricas diversas, que se vuelve deslumbrantemente vivo.

La construcción del libro con fragmentos de lecturas es algo bastante inédito y muy arduo. ¿Cómo diste con ese método o forma de trabajo?

La etapa de investigación fue bastante intensa y de repente me vi con un número desorbitante de textos completamente dispares, muchas voces hablando de Viña, de sus personajes, no era fácil discriminar. Entonces se me ocurrió fragmentar y formar esta gran voz polifónica que en el fondo es el rumor. En el texto hay contradicciones, las dejé a propósito porque nunca busqué consolidar una verdad, sino al contrario, abrirse a lo posible.

"Todos los personajes del libro están atravesados tanto por el humor como por el drama. Son todos medios dislocados: solitarios, rebeldes, zafados", dice Porzio.

Hay una serie de perfiles y autores que van de lo risible a lo entrañable, del canónico al olvidado.

Hay perfiles que son más graciosos que otros, pero creo que todos los personajes están atravesados tanto por el humor como por el drama. Podría decir que son todos medios dislocados: solitarios, rebeldes, zafados. Se desmarcan de una sociedad que se muestra plana e intransigente, y por eso mismo enriquecen la historia: en Viña pasan cosas, o bien las cosas interesantes que pasan son más interesantes precisamente porque el ritmo de la provincia por lo general es chato, en esta y en otras provincias de Chile. Un crimen en Viña o en Lolol es más interesante que uno de Santiago, aunque las circunstancias hayan sido las mismas.

Escenas de Viña del Mar de antaño.

¿Qué lugares de Viña recomiendas visitar para conocer algo del mundo que cuentas?

En las ciudades hay que andar y perderse un poco, y en Viña eso último puede resultar medio difícil, porque es una ciudad sin muchos recovecos, es llana (1 Norte, 2 Norte, etc., nada de Arturo Prat, Diego Portales o rotonda Pérez Zujovic). Igual hay algunos lugares que son interesantes, aunque no son los más conocidos o turísticos: la Flor de Chile, una suerte de Liguria, el bar del hotel San Martín, la desembocadura del estero, las rocas de la avenida Perú y el muelle Vergara, antes de su restauración.

Comenta

Por favor, inicia sesión en La Tercera para acceder a los comentarios.