Mackinnon y las orquídeas

A partir de un encargo que le hicieron para participar en la 11 versión de la Bienal de Artes Mediales –del 3 de octubre al 16 de noviembre en el Museo Nacional de Bellas Artes–, la ilustradora Geraldine MacKinnon se puso a investigar el particular mundo de las orquídeas chilenas. Quedó tan fascinada, que los próximos años los dedicará al estudio botánico de la Chloraea chrysantha.




Paula 1132. Sábado 12 de octubre de 2013.

A partir de un encargo que le hicieron para participar en la 11 versión de la Bienal de Artes Mediales –del 3 de octubre al 16 de noviembre en el Museo Nacional de Bellas Artes–, la ilustradora Geraldine Mackinnon se puso a investigar el particular mundo de las orquídeas chilenas. Quedó tan fascinada, que los próximos años los dedicará al estudio botánico de la Chloraea chrysantha.

"Hace tiempo que tenía en carpeta hacer algo con las orquídeas chilenas, porque son muy particulares. Son solo terrestres, no como las tropicales, que viven colgadas de los árboles", dice la ilustradora chilena Geraldine MacKinnon, quien fue invitada a participar en la onceava versión de la bienal de Artes Mediales, en el Museo Nacional de Bellas Artes, donde exhibe las cinco láminas que dibujó durante los dos meses y medio que pasó estudiando a las orquídeas en el Jardín Botánico Nacional, en Viña del Mar. "Las semillas de la orquídea son muy chiquititas, así que para crecer necesita asociarse a un hongo, el Rhizoctonia, que le da los nutrientes que necesita para desarrollarse, y después el hongo se queda adosado a la raíz de la flor en una relación de simbiosis que les permite a los dos seguir viviendo", explica Mackinnon, que se fascinó con esta especie endémica que crece entre la V y VII Región. "Este trabajo es como un inicio. Me quiero dedicar los próximos dos años a estudiar la orquídea chilena, porque es una planta muy especial que pocos saben que existe. Además, está amenazada con tanto proyecto inmobiliario, porque si el suelo se daña y los hongos que la ayudan a desarrollarse no pueden crecer, entonces desaparece. Es una flor muy delicada y depende de otro para vivir, eso es lo bonito", concluye.

TRABAJO CONVERSADO

Varios días de los últimos meses Mackinnon los pasó viajando al Jardín Botánico Nacional, en Viña del Mar, donde los investigadores Patricio Novoa y Mauricio Cisternas, están reproduciendo orquídeas en un laboratorio para propagarlas y evitar su extinción ante la amenaza de los proyectos inmobiliarios. "Trabajé con ellos porque quería conocer en detalle el proceso de crecimiento de la orquídea desde que la semilla se junta con el hongo que le permite crecer, y ellos necesitaban ilustrar el estudio que estaban haciendo para publicar un paper. Por eso mi trabajo se llama Conversación, fue un diálogo entre yo y la planta, y entre ellos y yo", explica la ilustradora. "Lo bonito es que son flores que fueron rescatadas de su destrucción", agrega.

TALLER DE ILUSTRACIÓN

Profesora certificada del Royal Botanical Garden de Edimburgo y licenciada en Arte de la UC, hace tiempo que Geraldine Mackinnon (34) dicta sus cotizados talleres de ilustración. Ya están abiertas las postulaciones para el que ofrecerá el próximo año, desde el 15 de abril al 17 de junio en el Instituto de Geografía de la Universidad Católica. Cupos limitados tras proceso de selección. $ 450.000, todos los martes de 10 a 16:50 hrs. www.minaturalismo.com

El estudio botánico del proceso de crecimiento de la orquídea Chloraea chrysantha de Mackinnon estará en exhibición hasta el 16 de noviembre en el Museo Nacional de Bellas Artes, donde se lleva a cabo la bienal de Artes Mediales que, en su onceava versión, tiene como foco central el tema de la autonomía (www.bienaldeartesmediales.cl). Son cinco láminas de acuarela sobre papel.

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