Residencia en la Antártica

5 artistas se subieron a un rompehielos de la Armada y navegaron una semana por los mares antárticos en busca de inspiración. El resultado se llama Proyecto A y se exhibe hasta el 3 de junio en la Estación Mapocho.




5 artistas se subieron a un rompehielos de la Armada y navegaron una semana por los mares antárticos en busca de inspiración. El resultado se llama Proyecto A y se exhibe hasta el 3 de junio en la Estación Mapocho.

Entre febrero y marzo de este año el pintor magallánico Mauricio Valencia (45), junto a los artistas regionales Andrea Araneda, Marcela Alcaíno y Cristián Cvitanic, también al pintor santiaguino Sergio Lay, realizó una residencia de una semana en la Antártica a bordo del rompehielos Viel, de la Armada de Chile. Invitado por el Consejo Nacional de la Cultura y las Artes, este pintor autodidacta, que por más de 20 años gestiona talleres y exposiciones en la Zona Austral, recorrió glaciares y desolados lugares como Bahía Paraíso, un puerto natural al noroeste de la península Antártica.

"En Magallanes históricamente la pintura de paisaje ha sido importante. En otros tiempos fue labor de pintores viajeros como Conrad Martens y Alejandro Ciccarelli que tenían la misión de registrar los lugares que descubrían. Rescatar esa tradición es recuperar parte de la riqueza cultural del territorio". Mauricio Valencia.

Tres meses después de esta inédita experiencia, surgió Proyecto A en Estación Mapocho, una muestra que resume el recorrido de los artistas a través de fotografías de témpanos, retratos de personajes del territorio austral, pinturas de hielos flotantes y piezas de orfebrería inspiradas en microalgas y pingüinos. "Fue una travesía increíble. El vasto espacio, la lejanía y desconexión jugaron a favor de la contemplación del paisaje y nos permitieron intercambiar ideas y formas de representación desde el arte", explica Valencia, quien para la exposición hizo tres obras de acrílico sobre tela de los hielos antárticos.

Sello Antártico

Subantártico

Proyecto A es la primera residencia artística de una serie que se planea hacer en la Región de Magallanes, con el objetivo de estimular la creación de obras inspiradas en ese lejano territorio. La iniciativa es parte de Sello Regional, programa del Consejo Nacional de la Cultura y las Artes que busca posicionar la identidad de la zona en el resto del país.

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