La diseñadora de Palm Beach

Socialité, casada con un millonario, en los sesenta Lilly Pulitzer desató, accidentalmente, la fiebre por los vestidos estampados y coloridos en las calles y fiestas más chic de Miami. Su gran aliada para hacer de sus diseños piezas de culto fue nadie menos que Jackie Kennedy. Pulitzer murió en abril pasado a los 81 años.




Paula 1121. Sábado 11 de mayo 2013.

Socialité, casada con un millonario, en los sesenta Lilly Pulitzer desató, accidentalmente, la fiebre por los vestidos estampados y coloridos en las calles y fiestas más chic de Miami. Su gran aliada para hacer de sus diseños piezas de culto fue nadie menos que Jackie Kennedy. Pulitzer murió en abril pasado a los 81 años.

Vestidos estampados con frutas, verduras, animales, objetos o rayas. Todos saturados de colores fuertes y la mayoría hasta debajo de la rodilla o el tobillo. Así fueron y siguen siendo los diseños de Lilly Pulitzer, que en los años sesenta causaron furor en Palm Beach y que se transformaron inmediatamente en una especie de uniforme entre las habitantes de Miami.

Socialité, casada con el multimillonario Peter Pulitzer –nieto del editor y periodista creador de los afamados premios Pulitzer–, dueño de plantaciones de cítricos, Lilly debutó en el mundo de los negocios instalando un puesto de jugos de fruta en la famosa calle Worth Avenue. Ese fue el punto de partida para saltar al diseño: dado que necesitaba prendas que no delataran las manchas de jugo, elaboró, haciendo uso de telas muy sencillas, vestidos llenos de coloridos estampados que las camuflaban perfectamente.

Jackie Kennedy fue el factor clave para transformar esas prendas utilitarias en piezas de culto. La primera dama norteamericana había sido su compañera de colegio en la adolescencia y fue ella, la mujer con más estilo que haya pisado alguna vez la Casa Blanca, quien apareció en la revista Life vistiendo un colorido Lilly Pulitzer sin mangas, hasta la altura de la rodilla, hecho con una cortina a cuadros blancos y rojos que alguna vez colgó de la cocina de la diseñadora. "Jackie usó uno de mis vestidos y la gente se volvió loca. Se vendieron como pan caliente. A todo el mundo le encantó y empecé el negocio de vestidos", dijo Pulitzer sobre ese hito que se produjo cuando ella tenía 31. Y así fue. Las mujeres de Miami, las de alta sociedad y las que amaban la moda, comenzaron a demandar las creaciones de Pulitzer quien aprovechó este boom y lanzó trajes de baño, ropa para hombres y niños e, incluso, artículos de decoración. Todo con la misma estética, célebre por la mezcla de verde y rosado.

La primera tienda la abrió en Palm Bech en 1962 y hoy sus diseños se pueden encontrar en más de 70 tiendas en todo el mundo, incluido Palm Beach.

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